Cafetería La Imparcial, los expertos en café de especialidad en el Zaidín

Cafeterías granadinas

La cafetería se distingue por su enfoque en la sostenibilidad y la innovación, además por su gran variedad de cafés internacionales

Luis Fernando ha hecho crecer a su cafetería gracias a su esfuerzo, profesionalidad y dedicación.
Luis Fernando ha hecho crecer a su cafetería gracias a su esfuerzo, profesionalidad y dedicación. / Granada Hoy
Rodrigo Vázquez
- Redactor

19 de junio 2024 - 08:00

El mítico barrio del Zaidín en Granada, guarda una pequeña joya que se ha convertido en el refugio de trabajadores, pacientes y turistas que buscan no solo una taza de café, sino una experiencia que resuena con calidez y autenticidad. La Imparcial, una cafetería que ha resurgido con nueva energía y propósito, mantiene viva una tradición que comenzó hace más de cuatro décadas, adaptándose a los tiempos modernos sin perder su esencia.

La historia de La Imparcial comienza con Luis Fernando Ortiz, un hombre que decidió revivir el legado de la antigua Churrería Ángelita, establecida por sus suegros Enrique y Ángeles en la década de 1970. “La idea de abrir la cafetería viene de mis suegros. Esta era la antigua churrería Ángelita, y yo estuve trabajando con ellos aquí hace 20 años”, recuerda Luis Fernando. “Ellos abrieron hacia los años 70 y se trasladaron a este local, convirtiéndolo en una churrería clásica. Trabajé con ellos hasta principios de los 2000, cuando se jubilaron y la cafetería pasó por diferentes manos. Yo me dediqué a otros menesteres, pero hace dos años surgió la oportunidad de quedarnos con la cafetería”.

La cafetería ofrece una gran variedad de deliciosas opciones.
La cafetería ofrece una gran variedad de deliciosas opciones. / Granada Hoy

Con la determinación de mantener viva la tradición familiar, Luis Fernando decidió formarse como barista y especializarse en café de alta calidad. “Empecé a interesarme por el café de especialidad y descubrí un mundo muy grande y complejo”, comenta. “Pensamos que podíamos ofrecer muchas cosas de las que carecía un poco el barrio del Zaidín. Así que decidimos quedarnos con la cafetería, hacerle un pequeño lavado de cara y darle un toque más centroeuropeo. Cambiamos el nombre a La Imparcial, inspirado por un antiguo periódico y restaurante en Madrid, buscando darle una nueva identidad y borrar la mala fama que había adquirido con el tiempo”.

La Imparcial no es solo una cafetería, es un lugar donde la pasión por el café se encuentra con la tradición. Luis Fernando ha trabajado incansablemente para ofrecer una amplia gama de productos que van más allá de los churros y el café tradicional. “Ofrecemos muchísimas cosas que no están por aquí por la zona, como tostadas especiales muy elaboradas con productos como salmón marinado, zurrapa, pesto y mozzarella. Tenemos tres tipos de leche diferentes y cuatro tipos de bebidas vegetales, además de variedades sin gluten y alternativas veganas”, explica Luis Fernando con orgullo.

El compromiso con la calidad es uno de los pilares fundamentales de La Imparcial. “El café de especialidad es muy importante para nosotros. En España, el café ha sido muy maltratado. Ofrecemos un café que ha pasado por valoraciones de jueces internacionales a un precio muy competitivo, manteniendo una alta calidad”, señala Luis Fernando. Esta dedicación ha convertido a La Imparcial en una de las dos únicas cafeterías en la zona que ofrecen café de especialidad, diferenciándola de la competencia y atrayendo a una clientela fiel y diversa.

La ubicación estratégica de La Imparcial, en la Avenida de América, ha sido un factor clave en su éxito. “Nuestros clientes diarios son principalmente trabajadores y pacientes del ambulatorio cercano, pero también tenemos una gran afluencia de turistas los fines de semana, gracias al hotel que está puerta con puerta”, comenta Luis Fernando. Este flujo constante de clientes ha permitido a La Imparcial establecerse como un punto de referencia en el barrio.

Las tostadas son totalmente caseras y artesanales.
Las tostadas son totalmente caseras y artesanales. / Granada Hoy

La atención al cliente es otro aspecto que distingue a La Imparcial. “El trato al cliente es excepcional aquí. En Granada, tenemos la fama de ‘mala folla’, pero nosotros tratamos a la gente muy bien. El cliente es nuestro valor más importante”, afirma Luis Fernando. Esta filosofía se refleja en la calidez y amabilidad con la que el equipo de La Imparcial recibe a cada persona que cruza su puerta, creando un ambiente acogedor y familiar.

Además de la calidad del café y la atención al cliente, La Imparcial se distingue por su enfoque en la sostenibilidad y la innovación. “Ofrecemos seis tipos de pan, incluidos opciones sin gluten, aunque no sea un mercado con grandes ganancias. Es importante para nosotros que todos tengan la oportunidad de disfrutar de una buena comida”, destaca Luis Fernando. Esta diversidad en la oferta, junto con la atención a las necesidades dietéticas de sus clientes, hace que La Imparcial sea un lugar inclusivo y respetuoso con las preferencias alimentarias de todos.

La gestión del personal también es un aspecto crucial en el funcionamiento de La Imparcial. Luis Fernando se asegura de que sus empleados estén contentos y valorados, ofreciéndoles un ambiente de trabajo justo y equilibrado. “Mis trabajadoras entran a la hora que deben, no se quedan un minuto de más, cobran lo que dice el convenio y tienen sus vacaciones. Intentamos también conciliar con la vida personal, permitiendo disfrutar de vacaciones en periodos importantes, aunque a veces signifique tener pérdidas”, comenta. Esta filosofía ha creado un equipo comprometido y satisfecho, lo que se traduce en un servicio eficiente y de alta calidad.

El futuro es incierto, pero Luis Fernando tiene claros los pilares que sostendrán La Imparcial: la calidad del café, la atención al cliente y la competitividad en los precios. “El café de especialidad es vital para nosotros. Queremos seguir ofreciendo un café que nos diferencie de los demás. La atención al cliente es clave, podemos cambiarle el día a alguien solo con un trato amable. Y, por último, los precios competitivos son esenciales, especialmente en una zona de trabajadores que necesitan gastar lo mínimo posible pero sin sacrificar la calidad”, explica.

La Imparcial se ha convertido en mucho más que una cafetería. Es un lugar donde la tradición y la modernidad se encuentran, donde cada taza de café cuenta una historia de pasión y dedicación, y donde cada cliente es recibido con una sonrisa y un saludo cálido. En un mundo donde la prisa y el estrés dominan el día a día, La Imparcial ofrece un respiro, un momento para disfrutar y apreciar las pequeñas cosas que hacen la vida especial.

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