Solo se accede en kayak o a través de un pinar, así es la cala virgen de Calaiza: "Es de las más tranquilas, pacíficas y naturales"

Se encuentra en la Herradura y su complicado acceso hace que tan solo unos pocos disfruten de su belleza cada verano

La ruta de los antiguos pescadores que recorre la costa más salvaje de Almuñécar

Playa Calaiza, en la Herradura.
Playa Calaiza, en la Herradura. / Diputación de Granada

Es quizás la cala menos conocida de toda la Costa Tropical. En ese bonito secreto radica, precisamente, la mayor parte de su encanto que se completa con la visón de unas aguas transparentes y turquesas así como un incomparable marco natural también virgen, como todo lo que rodea a la playa Calaiza. Es de las "más más tranquilas, pacíficas y naturales" de la Herradura, indican desde Turismo de la localidad.

Se encuentra en la Herradura y su complicado acceso hace que tan solo unos pocos disfruten de su belleza cada verano. A esta pequeña cala tan solo se puede llegar en kayak o por un sendero que atraviesa un pinar. Su localización está alejada de grandes núcleos urbanos, su relación con la civilización es a través de unas urbanizaciones que miran al mar que su orilla recoge.

¿Cómo llegar a Calaiza?

¿Cómo es la playa?

Playa Calaiza, indican desde Turismo de la Herradura y Almuñécar, "se encuentra en la base de la Reserva Natural de Cerro Gordo y es una de las playas menos conocidas de la zona debido a su acceso escondido". Por esta razón, inciden, es también una de las playas "más tranquilas, pacíficas y naturales de las que se puede disfrutar en La Herradura".

Es frecuente ver estas pequeñas embarcaciones en la cala ya que, por otra parte, esta zona de Granada es especialmente popular para practicar deportes náuticos. Su tamaño es pequeño, tan solo unos 55 metros de longitud y una anchura de 12, y con grava y arena oscura.

Virgen

Su bien más preciado, su tranquilidad y estado virgen es, para muchos, un inconveniente a la hora de elegirla sobre todo si se va con niños pequeños o personas con movilidad reducida. Además del acceso, Calaiza no disfruta de los servicios que suelen ofrecer las playas como duchas o chiringuitos aunque, a cambio, en ella se puede vivir el sueño de descubrir una cala nunca antes pisada por otros pies.

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