Cielo de Granada, un lugar donde el café se convierte en una experiencia única
Cafeterías granadinas
La cafetería es famosa por su oferta de desayunos y meriendas que atienden a todo tipo de paladares
En una pequeña calle del barrio granadino Gran Capitán, entre farmacias, floristerías y el bullicio del día a día, se encuentra una joya escondida: la cafetería Cielo de Granada. Aunque su nombre evoca tranquilidad y cielo abierto, el corazón de este lugar late con pasión y dedicación, dos palabras que definen a su propietaria, María Virginia Sorroche Hijano.
Virginia, como todos la conocen, lleva toda su vida dedicada a la hostelería. Desde los 16 años, ha trabajado en restaurantes, bares y hoteles, pero había algo que siempre la fascinaba más que cualquier otra cosa: el café. “Siempre me ha llamado la atención el café. Me gusta mucho. Soy una apasionada de él”, comenta con una sonrisa en los labios. Pero Virginia no es simplemente una amante del café, es una verdadera barista. Con más de diez años de experiencia y un conocimiento profundo sobre los secretos de este grano, ha decidido convertir su pasión en una misión diaria: ofrecer el mejor café de Granada.
Desde el primer momento, Virginia tuvo claro que quería diferenciarse. En su cafetería no se sirve cualquier café; el suyo es 100% ecológico, de la variedad arábica, de la marca Candelas, con un tueste natural. “En muchas cafeterías de barrio, el café que se sirve está mezclado con torrefacto, lo que lo hace más amargo y pesado. El mío es suave, pero con un sabor profundo que permanece en el paladar. No es tan oscuro y eso a veces desconcierta a algunos, pero el sabor lo dice todo”, explica mientras ajusta la máquina de café de última generación, una de sus grandes inversiones.
Y es que, para Virginia, no basta con tener buen café. La maquinaria es crucial para garantizar la calidad en cada taza. En Cielo de Granada, se utiliza un molino automático que muele el café al momento de prepararlo, garantizando que el grano esté siempre fresco. Además, su cafetera cuenta con un sistema de limpieza automática que evita que los posos se acumulen y arruinen el sabor. “Cada detalle cuenta. Si no cuidas la limpieza, el café se quema y pierde su sabor. Aquí, todo está pensado para que cada taza sea perfecta”, asegura.
Pero Virginia no se queda solo en el café. Cielo de Granada también es conocido por su oferta de desayunos y meriendas que atienden a todo tipo de paladares. Cuando abrió sus puertas el 15 de junio de 2023, comenzó con tostadas básicas, como en cualquier otra cafetería. Sin embargo, con el tiempo, fue añadiendo opciones más saludables y variadas, como tostadas con salmón, huevo duro o hummus de garbanzos. “Queríamos ofrecer algo diferente, algo que la gente no encontrara en todos lados”, comenta.
Uno de los aspectos más destacados de Cielo de Granada es su compromiso con la diversidad alimentaria. Virginia ha introducido opciones para clientes con intolerancias alimentarias o que siguen dietas específicas, como el gluten o la lactosa. “Cada vez hay más gente con intolerancias o alergias, y no quiero que nadie se sienta limitado al salir a desayunar o merendar”, explica. Así, el menú incluye panes, gofres y crepes sin gluten, así como tartas sin lactosa y veganas, todo gracias a la colaboración con Tartas Cristina, una pastelería especializada en este tipo de productos.
El cuidado de Virginia por los detalles llega hasta los utensilios. En la cafetería, hay un tostador y pinzas exclusivos para el pan sin gluten, para evitar cualquier tipo de contaminación cruzada. “Es un tema muy serio. Queremos que nuestros clientes con intolerancias se sientan seguros y confiados de que aquí no tendrán ningún problema”, afirma con determinación.
Además del café y la comida, hay algo que hace que Cielo de Granada destaque sobre el resto: el trato cercano y personalizado. Virginia conoce a sus clientes por su nombre, sabe cómo les gusta su café y les saluda como si fuesen viejos amigos. Muchos de los vecinos de la zona, como los trabajadores del centro de salud o las farmacias cercanas, son clientes habituales. “Al final, lo que diferencia a una cafetería no es solo el café o la comida, sino cómo se siente el cliente cuando entra por la puerta. Queremos que se sientan en casa, que se vayan contentos y con ganas de volver”, dice Virginia con orgullo.
La apertura de la cafetería no fue sencilla. Virginia tuvo que hacer varios ajustes en los primeros meses, como cambiar el horario de apertura. Al principio, solo abrían por la mañana, pero pronto se dieron cuenta de que muchos clientes potenciales, como los estudiantes de la facultad cercana, necesitaban un lugar donde merendar por la tarde. “Al principio no venía nadie por las tardes, pero poco a poco empezaron a llegar, y ahora tenemos una clientela fija”, recuerda.
El éxito de Cielo de Granada no ha pasado desapercibido, y Virginia ya piensa en el futuro. Aunque está enfocada en consolidar su cafetería, no descarta la posibilidad de expandirse en el futuro. “Con un cielo no es suficiente”, dice entre risas, “pero antes de dar el paso queremos asegurarnos de que todo está bien aquí. Hay que renovarse o morir”.
Su filosofía de innovación no se limita solo al menú o al trato con los clientes. Virginia también apuesta por la tecnología y la mejora constante. En Cielo de Granada, no solo sirven el mejor café, sino que lo hacen utilizando las herramientas más avanzadas, garantizando que cada taza esté preparada con la precisión que solo un barista experimentado como Virginia puede ofrecer.
Cuando le preguntamos a Virginia cómo describiría su cafetería en tres palabras, tras una pausa, responde: “Servicio, calidad y diferencia”. Tres palabras que resumen la esencia de Cielo de Granada, un lugar donde el café no es solo una bebida, sino una experiencia, y donde cada detalle está cuidado con mimo y dedicación.
Virginia no es solo la dueña de una cafetería, es el alma de un proyecto que transforma cada sorbo de café en un momento especial, que cuida de sus clientes como si fueran familia y que está siempre dispuesta a innovar, a mejorar y a ofrecer algo único. Porque, al final, para ella, lo más importante es que cada persona que cruce la puerta del Cielo de Granada salga con una sonrisa. Y eso, sin duda, es lo que hace que este lugar sea tan especial.
Cafetería Cielo de Granada. C. Gran Capitán, 9, Centro, 18002 Granada. Horario de lunes a sábados de 07:30 a 21:00 horas y domingos de 08:00 a 21:00 horas. Teléfono: 622 763 391. Instagram: @cafeteria_cielo_
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