Las cuevas que existen en la provincia de Granada son un lugar idóneo para visitar en verano. Al ser  aberturas creadas en el suelo, las temperaturas en su interior son más bajas que estando al sol, creando una sensación térmica reconfortante. Hay empresas que se dedican a hacer guías por alguna de las cuevas de la provincia. Otras pueden ser visitadas individualmente, pero siempre hay que tener precaución y no adentrarse en los lugares que pueden crear algún tipo de peligro, como puede ser una sima.

Cueva Blanca de la Venta (Padul)

Una de las cuevas más conocidas de esta localidad. El nombre se da gracias al color que tienen las formaciones debido a la cristalización. Es una de las pocas cuevas con esta característica tan singular

Cuevas de Piñar

Compuesta por cuatro cuevas (cueva Meye, cueva Pagarrecio, cueva Carihuela y cueva de las Ventanas) solamente se organizan excursiones por la cueva de las Ventanas. Tuvo un uso prehistórico, con lo que ha sido un importante yacimiento arqueológico.

Mina de los Pitos (Padul)

Una de las más famosas de Padul, siendo de las más visitadas. Su nombre viene gracias a las estalactitas que se han formado con el paso de los años. Tiene varias zonas amplias y bien conservadas donde se pueden observar estas formaciones.

Cueva de Don Fernando (Castril)

Una de las cuevas más bellas de Granada. Es la más profunda de la provincia de Granada y tiene interés tanto técnico como deportivo por la abundancia y riqueza de sus formaciones. Una de las salas más bonitas es la de la gran colada, donde una cascada de estalactitas blancas tapiza una pared gigantesca. Es una cueva muy completa.

Cueva del Búho (Padul)

Es rica en fauna, con lo que es fácil encontrarse murciélagos o varios tipos de arañas. Se trata de una de las cuevas más profundas de la localidad. Tiene gran interés arqueológico, con lo que se puede encontrar restos cerámicos o de huesos humanos.

Complejo de simas de Nívar - Latas (Sierra de Huétor)

Se accede subiendo hacia el Campamento de la Alfaguara. Desde la entrada hacia el oeste, después de salvar un bloque por unos angostos pasos a veces muy estrechos, se puede continuar subiendo a una pequeña sala y luego bajando hasta otra algo mayor al final de la sima.