La plataforma internacional de contenidos audiovisuales Netflix prepara un documental que tendrá como uno de sus protagonistas al municipio granadino de Polopos. La pequeña localidad fue en su momento noticia nacional y ahora el gigante audiovisual quiere recordar ese momento histórico como colofón a su exitosa serie Las chicas del cable.

El 19 de noviembre de 1988 se produjo en Polopos la última llamada telefónica que requirió de teleoperadora. Telefónica culminó en este rincón de la Contraviesa granadina la automatización del teléfono en España. Desde ese momento no fue necesaria la comunicación a través de estas empleadas, encargadas de la conexión. Precisamente las cuatro protagonistas de Las chicas del cable (serie original de Netflix) son teleoperadoras, un trabajo desempeñado por mujeres en unos años en los que la incorporación al mundo laboral era mínima en España. 

Las protagonistas de 'Las chicas del cable', de Netflix.

Polopos forma parte del municipio Polopos-La Mamola, que cuenta con los anejos de La Guapa, Castillo de Baños de Abajo, Castillo de Baños de Arriba, Haza del Lino y Haza del Trigo y un total de unos 1.700 habitantes en la actualidad. Con apenas un centenar de vecinos, fue escenario en 1988 de aquella última llamada por teleoperadora en España y los protagonistas de esta comunicación que ahora parece de hace siglos pasaron a la historia. La operadora, la última en España, fue Magdalena Martín López. Ella fue la encargada de poner en comunicación al ministro José Antonio Barrionuevo, entonces ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, y al alcalde, Antonio Gálvez, con el presidente del Gobierno, Felipe González. En el acto en Polopos también estuvo el presidente de Telefónica, Luis Solana.

Barrionuevo y Solana se desplazaron a la localidad granadina. Para conmemorar el momento se descubrió una placa que reza "En conmemoración de la inauguración del teléfono automático por el Excmo. Sr. don José Antonio Barrionuevo Peña Ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones". 

El servicio de teleoperadora fue atendido en su último día por Magdalena, que recogió el testigo de su suegro, según se recuerda en las crónicas del momento. Magdalena atendía las 24 horas al día y era capaz de recordar los números de teléfono de los hijos de los vecinos de Polopos que se habían marchado del pueblo. Así, en el locutorio (centro de vida social del pueblo, tal y como se recuerda) se pedía a Madgalena "ponme con mi hijo de Barcelona".

El 19 de diciembre del 88 fue, a tenor de los testimonios gráficos del momento, un día de fiesta. Ahora Netflix quiere recuperar ese trocito de historia para redondear la última temporada de una de sus series de más éxito en España.