El Museo de Bellas Artes de Granada acoge hasta el 10 de febrero una exposición itinerante de carácter divulgativo titulada Murillo, excelentísimo con la intención de dar a conocer los valores artísticos, sociales y personales del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, al cumplirse el cuarto centenario de su nacimiento.

La muestra incluye trece copias de obras del artista y talleres didácticos dirigidos a alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato, que tendrán lugar los días 6 y 7 de febrero. Las plazas son limitadas y es necesario reservar con antelación en el teléfono del espacio museístico 600 143 161.

La Consejería de Cultura ha desarrollado una serie de actividades y exposiciones en Sevilla en torno a Murillo (1617-1682), como la monográfica titulada Murillo IV Centenario. Para dar a conocer su trascendencia en el resto de provincias ha organizado esta iniciativa que llega a Granada, tras haber pasado primero por Cádiz y Córdoba y que después viajará por el resto de museos andaluces.

Los elementos museográficos y las trece reproducciones backlight de obras del artista, cuyos originales participan en la muestra del Bellas Artes de Sevilla, se distribuyen en cuatro secciones denominadas Vida, Ingenio, Convicciones y Contextos, cuyo comisario científico es el historiador del arte Pablo Hereza, conservador de museos de la institución autonómica.

El visitante puede caminar con reposo e independencia junto a algunas reproducciones de sus obras

En esta muestra y en los talleres organizados, se analizan transversalmente algunos rasgos de la memoria que perdura del artista Barroco; la capacidad de abstracción y técnica del artista; las ideas que subyacen y se adhieren a sus pinturas y, por último, los entornos sociales que le rodean durante su producción, de tal manera que con estas herramientas el visitante pueda caminar con reposo e independencia junto a algunas reproducciones de sus obras, redescubriendo a un pintor, a veces sepultado por una fama que ha trascendido generaciones y fronteras.

El título está basado en el elogio que expresó su primer biógrafo, Joachim von Sandrart, en 1683 en Nuremberg, un año después de la muerte del pintor en Sevilla.