Entrevista

Una fotógrafa especializada en 'FineArt' aterriza en Granada tras recorrerse medio mundo

La fotógrafa Verónica Fernández en su estudio ubicado en Peligros, Granada

La fotógrafa Verónica Fernández en su estudio ubicado en Peligros, Granada / Antonio L. Juárez | PS

Si hay algo bonito en este mundo tan mecanizado es tener alguna ocupación que incida directamente en encontrar y mostrar la auténtica naturaleza del ser humano. Y qué mejor forma que mediante la representación gráfica como ocurre cuando se realiza una fotografía. Pues esto es lo que forma parte del día a día de Verónica Fernández.

El arte de crear recuerdos es algo que está al alcance de muy pocos. El arte, en general. Después de pasear por un estudio lleno de fotos de personas que no conoces y posiblemente no conocerás, deseas que su felicidad sea eterna. La mirada de los 'peques', la ilusión de una mujer gestando una vida, el hombre con paz y miedo. Esas miradas que no dicen nada pero te silencian el pensamiento, ¿a quién le sonríe esa niña que acaba de cumplir un año? Es increíble. Entrar a un sitio que llena de paz, una mano -la de Verónica- que te ofrece ayuda y armonía. Esta fotógrafa, risueña y divertida, dice que disfruta la felicidad ajena y su vida se basa en recordarle a otras que aquí, justo en este punto de tu vida, fuiste tremendamente feliz. 

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

¿Cómo empezaste en el mundo de la fotografía?

Yo no me dediqué en un inicio a la fotografía, ya que me formé en otros campos. Mi madre tenía un estudio fotográfico en Bélgica, país en el que nací. Por circunstancias de la vida tuvo que cerrar, eso se convirtió en un condicionante a la hora de elegir profesión. Aunque al empezar contaba con la ventaja de que no era la primera vez,  ya que iba a realizar reportajes de boda con mi madre. Eso hizo que, finalmente, me decantara por esta profesión, la fotografía. 

Por cierto, me puedes encontrar en Instagram como veronikka.photographie, en facebook como Veronikka-Photographie y, por último, en mi página web: www.veronikka-photo.com 

¿Y qué tipo de fotografía haces?

Pues hago fotografías enfocadas a la maternidad, de recién nacidos, de familias e infantiles. Con cada fotografía busco crear un cuadro. Esto lo hago dándole forma tanto en el proceso fotográfico como en la edición. 

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

¿Hay algo más bonito que regalar recuerdos? Yo creo que no, veo y siento las partes más bonitas e inocentes del ser humano, de su belleza. Una mujer embarazada es ella con todas esas inseguridades que supone el embarazo, pero yo quiero decirle que ya es una buena madre, que está preciosa y quiero que cada vez que vea una foto hecha por mí sienta eso. Al igual con los recién nacidos, quiero que vean sus primeros días de vida, el principio de todo. 

Me divierto muchísimo en el estudios con los más pequeños, cuando vienen a hacer sesiones para sus cumpleaños, o fotos en familia. Me gusta la felicidad ajena y por eso la plasmo en una foto.

¿Qué buscas cuando haces las fotografías y qué quieres transmitir con tus obras?

Principalmente, crear un bonito recuerdo aunque también quiero que las mujeres embarazadas se sientan guapas y empoderadas mediante el lado artístico de las fotografías. Es lo que te he explicado antes, quiero que sientan que son únicas en su belleza, que no hablo solo de físico, sino de todo lo que enseña una mirada. 

En los tiempos que corren, hay que intentar ver la belleza en las cosas cotidianas, en la rutina. Eso es lo que intento mostrar. Quiero que ese bebé que cumple un añito sienta todo lo especial que es soplar velas, aunque sople muchas más. 

¿Qué metodología sigues a la hora de hacer tu trabajo?

Me inspiro muchísimo de los trabajos que se hacen en otros países como Estados Unidos. Busco en los pintores del renacimiento y en películas. Incluso un escaparate puede servirme como inspiración, pero a la hora de realizar el trabajo también improviso mucho.

Mi estilo está enfocado a una fotografía fine art, con lo que finalmente acabo usando mucho contraste entre las luces y las sombras, aunque a veces al cliente no le puede gustar demasiado y en ese caso busco una alternativa.

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

La digitalización del campo de la fotografía ha traído una mayor competencia, ¿qué te diferencia de todos los demás fotógrafos?

Me he formado en todo el mundo para conseguir ser mi mejor versión, aunque siempre intento mejorar. Mi experiencia ha hecho que me forme con personas de diversos países como Bélgica, Polonia, Estados Unidos, Inglaterra e incluso España. Todo eso ha provocado que cree un estilo bastante único que ha nacido de juntar todo lo que he aprendido. 

Respeto a cada uno de mis compañeros porque es un campo complicado, todavía hay mucho sesgo a la hora de juzgarnos, solo por eso ya los respeto como personas. Son valientes, lo sé, porque yo también intento serlo. 

Es común que muchos fotógrafos afirmen que es muy complicado vivir de esto.

Creo que no es complicado si tu trabajo se hace conocido a través de lo que antes se conocía como el boca a boca, que ahora son las redes sociales. Cuando trabajaba en Bélgica era más conocida, aquí en Granada estoy trabajando en ello. La inversión es muy grande, yo no escatimo en gastos y eso requiere un coste a la hora de ser cliente. 

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

Sí es cierto que la gente no se desplaza más allá de los 100 kilómetros para buscar una fotografía de este tipo, ya que cada vez hay más competencia. Y está bien. Pero eso provoca que los precios bajen mucho entre unos y otros, de ahí tu afirmación que este trabajo no sea rentable.

Hay veces que para la gente resulto ser muy cara, pero yo hago un trabajo que posiblemente no encuentras en otro estudio. Uso material propio creado y fabricado por mí, todo los accesorios que ofrezco en las sesiones; al igual que los gorros de bebés o vestidos para quien los quiera utilizar. Todo ese material es muy caro, hablamos de vestidos de más de 200 euros con telas preciosas. 

Mi trabajo requiere tiempo, mucho. Nunca me pongo más de una sesión al día porque quiero que la persona que venga puede sentirse tranquila de que no se tiene que ir corriendo. Si tenemos que estar tres horas en el estudio, lo estamos. No tengo prisa, solo quiero que mi cliente salga satisfecho con mi trabajo.

¿Y cómo decidiste trasladarte a Granada?

Era un sueño desde pequeña regresar a España. Bueno, yo no he nacido aquí pero mis padres sí, ellos son originalmente asturianos. La decisión de aterrizar precisamente en Granada ha sido gracias a que tenemos familia aquí. Me encanta esta ciudad, siempre he pensado que tienes que elegir para vivir el lugar donde pasas tus vacaciones; y nosotros (su familia y ella) siempre que podíamos escaparnos, era para venir a Granada. 

¿Cómo es trabajar con niños tan pequeños?

No me cuesta nada de trabajo, valga la redundancia (risas en el estudio). Tengo un carácter muy parecido a un niño o a una niña, digo lo que pienso, soy muy espontánea, por eso me entiendo bien con ellos. Lo que busco son miradas y sonrisas y las consigo siendo yo misma.

También me especialicé en las sesiones newborn, estas tratan con envolturas 'wrapping' de tela que hacen que se sientan como en el vientre de sus madres. Esta técnica es bastante complicada y requiere de formaciones, sin escatimar en ellas. Está en tus brazos un bebé recién nacido, tienes que saber lo que estás haciendo.

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

Uno de los trabajos de Veronikka en su estudio de fotografía

Es algo que ya se hacía hace siglos en Egipto y ahora puedes aprenderlo a través de una matrona. De esta forma se tranquilizan y se duermen más fácilmente, pero hay que saber hacerlo porque verdaderamente puedes hacerle daño al bebé. Algunas son más prácticas y otras son más decorativas, pero es importante tener la formación.

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