Las leyendas tras el nombre de Granada: de una hija de Hércules a una fruta abierta por la mitad

Que Granada es conocida por ser tierra envuelta en leyenda es casi patrimonio inmaterial de la ciudad. La Alhambra como cénit de ese halo misterioso y romántico así como las calles de los barrios históricos, estrechas, intrincadas y, en ocasiones, con nombres tan evocadores como Beso o Buen Rostro, hacen que esta ciudad llame a susurros a relatar historias y fantasías.

Sin ir más lejos, su propio nombre cuenta con un pequeño y oficioso 'libro' de leyendas. Que 'Granada' proviene de una hija del semidiós Hércules o de Noé, por ejemplo, son algunas de las que ha recopilado España Fascinante, una entidad dedicada a sacar lo mejor de los pueblos y ciudades del país en clave turística.

Granada, hija de un semidiós

Desde España Fascinante hablan de uno de los posibles orígenes del nombre de la ciudad, al menos de una de las leyendas que corren desde hace siglos y apela a la mismísima figura de Hércules. "Cuenta la leyenda que uno de los hijos que tuvo el semidiós se llamaba Granata. De esta joven de donde más tarde la etimología haría su función y se pasaría de Granata al nombre actual".

A continuación, recuerdan otra variante de esta historia, la que "otros transmiten de generación en generación que fue verdaderamente por la hija de Noé".

Una fruta abierta por la mitad

La fama de los miradores granadinos ha recorrido los cinco continentes, son parte crucial del atractivo de la ciudad de la Alhambra y, relacionado con uno de ellos viene el siguiente relato. Dice otra de las leyendas que, precisamente, por la vista de la ciudad que ofrece uno de sus miradores "viendo a Granada desde las alturas se puede comparar con una granada, el fruto, ahora sí, abierto a la mitad".

La colina soñada por los peregrinos

De su enorme y nutrido pasado mulsulmán llega la tercera historia que quiere arrojar luz sobre el origen del nombre de la ciudad. Explican que "se cree que el término evoluciona y se transforma desde Gar-anat o Garnata como referencia a ‘colina de peregrinos’. Cuenta la leyenda que fue el nombre que le pusieron los árabes a la ciudad como guiño a los peregrinos que volvían a casa tras su viaje por el desierto".