Malamiga, el obrador artesanal que revive la tradición en Granada

En el corazón del barrio de San Antón, existe un lugar donde la tradición y la dedicación se unen para ofrecer productos de panadería y pastelería de una calidad inigualable. Malamiga, fundada por Jesús Pérez, no es solo una panadería; es un refugio para los amantes del pan auténtico y los dulces artesanales. Con una filosofía centrada en recuperar las técnicas tradicionales de elaboración, Malamiga se ha convertido en un referente de la zona, destacándose por su compromiso con la calidad y la salud de sus clientes.

La esencia de Malamiga radica en su firme oposición a los métodos industriales que dominan el mercado actual. En un contexto donde la mayoría de los obradores han sucumbido a la industrialización y el uso excesivo de productos químicos y precocidos, Jesús Pérez decidió tomar un camino diferente. “En Malamiga, cada producto se elabora de manera individual, sin aditivos, estabilizantes o mejorantes artificiales. Aquí, el tiempo es un aliado, no un enemigo. Las masas se respetan, dejando que reposen y fermenten adecuadamente, lo que resulta en productos con un sabor único, nutritivos y saludables”, expresa Jesús.

Uno de los pilares fundamentales de Malamiga es el uso de masa madre. Este proceso de fermentación natural, que solo utiliza harina y agua, es meticulosamente cuidado día tras día. “La masa madre, un ser vivo, requiere una atención constante, pero el resultado es un pan de calidad excepcional. Más sabroso, digestivo y duradero, el pan de masa madre de Malamiga evoca la nostalgia de los tiempos en que el pan se horneaba en casa y se consumía a lo largo de la semana”, nos cuenta Pérez.

La dedicación de Jesús y sus dos socios Benjamín Pérez y Santiago López para mantener la masa madre en perfectas condiciones es un reflejo de su compromiso con la calidad. “A diferencia de los panes que utilizan levadura comercial y aditivos para acelerar el proceso, en Malamiga, el pan se hace con paciencia y amor, resultando en un producto que se mantiene fresco y delicioso durante más tiempo”, resalta el dueño de la panadería.

Otro aspecto crucial en la elaboración de los productos de Malamiga es la selección de harinas y el proceso de fermentación. “Las harinas utilizadas provienen de cultivos regionales, principalmente de Andalucía, y son molidas en molino de piedra. Esta técnica asegura que la harina conserve todos los nutrientes del grano, a diferencia de la harina refinada”, afirma Jesús.

El proceso de fermentación en Malamiga es un arte en sí mismo. Las masas reposan durante una media de 30 horas antes de ser moldeadas y horneadas. “Este tiempo permite que los azúcares presentes en la harina se descompongan y que el gluten y los nutrientes sean más fácilmente asimilables”, menciona Pérez. El resultado es un pan que no solo es delicioso, sino también más saludable, evitando problemas de inflamación e intolerancia que en los casos más graves pueden llegar a generar alergia al gluten.

En Malamiga, la diversidad es celebrada. Desde panes de espelta, centeno, integral y brioche, hasta la clásica baguette y el innovador pan de croissant, cada variedad es una obra maestra artesanal. Cada pan es un testimonio de la pasión de Jesús por la panadería tradicional y su deseo de ofrecer a sus clientes una experiencia única con cada bocado.

Si hay un producto que destaca en Malamiga, es el croissant. Elaborados con auténtica mantequilla y leche fresca, los croissants de Malamiga son famosos por su hojaldre fino y crujiente y su sabor incomparable. La amplia variedad de opciones, desde chocolate, naranja y crema pastelera, hasta pistacho y capuccino, son un deleite para los sentidos.

Las cremas utilizadas en los croissants se elaboran de manera artesanal, sin aditivos ni productos procesados. Los mejores chocolates y frutas se transforman en rellenos deliciosos que hacen que cada croissant sea una experiencia inolvidable.

Malamiga no solo se distingue por su panadería y pastelería. También ofrece café de especialidad, una bebida que se elabora con un cuidado y una precisión que rivalizan con la dedicación puesta en sus panes. “Los granos de café, provenientes de países como Etiopía, Brasil, Colombia y México, son tostados localmente en pequeños lotes y extraídos por baristas cualificados”, enfatiza Jesús. El resultado es una taza de café que complementa perfectamente los productos de Malamiga.

Detrás de cada pan y cada pastel de Malamiga está la visión y la pasión de Jesús Pérez. En un mundo donde la producción en masa y la rapidez son la norma, Jesús decidió seguir un camino distinto, uno que honra las técnicas tradicionales y prioriza la calidad sobre la cantidad. Su compromiso con la elaboración artesanal y el uso de ingredientes naturales es un testimonio de su dedicación a ofrecer lo mejor a sus clientes.

La historia de Malamiga es aún más inspiradora cuando se considera que Jesús abrió las puertas de su panadería en plena pandemia. En un momento de incertidumbre y desafío, Jesús apostó por su sueño y su amor por la panadería artesanal. Su valentía y perseverancia no solo le han permitido sobrevivir, sino también prosperar, convirtiendo a Malamiga en un referente en Granada.

Malamiga es más que una panadería; es un símbolo de lo que se puede lograr con pasión, dedicación y un compromiso inquebrantable con la calidad. Jesús Pérez ha creado un lugar donde la tradición cobra vida y donde cada producto cuenta una historia de amor por la panadería y pastelería artesanal.

Para aquellos que buscan una experiencia auténtica y deliciosa, Malamiga es un destino obligatorio en Granada. Aquí, cada visita es una celebración de los sentidos, una oportunidad para saborear productos hechos con el corazón y un recordatorio de que las cosas buenas requieren tiempo y dedicación. En Malamiga, el pasado y el presente se unen para ofrecer un futuro brillante y delicioso.

Malamiga

C. San Antón, 16, Centro, 18005 Granada.

Horario: de lunes a domingo de 09:00 a 21:00 horas.

Instagram: malamigagranada