La ciudad de Granada es conocida por tener unas de las vistas más bonitas del mundo. Y es que poder contemplar la majestuosidad de la Alhambra desde uno de los barrios más bellos del planeta como es el Albaicín es toda una experiencia que solo se puede vivir en la ciudad nazarí.

Un barrio que cuenta con estrechas calles que desembocan en placetas rodeadas de hermosos cármenes. Es por esto y por su valor cultural e histórico por lo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Como se ha comentado anteriormente cuenta con varios miradores en los que poder contemplar toda la ciudad de Granada. El más conocido sin duda es el Mirador de San Nicolás, que está justo frente a la Alhambra. SI se desea tener una vista panorámica algo más amplia uno se puede desplazar hasta el Mirador de San Cristóbal, que está a mayor altura.

Así se podría enumerar los numerosos miradores repartidos por toda la ciudad. Pero hay uno que, debido a su orientación, se puede contemplar unas vistas algo diferentes. Se trata del Mirador de la Churra. Su nombre es debido a que se encuentra justo sobre el cerro que lleva el mismo nombre.

Su acceso es mediante la Cuesta de Gomérez, donde habrá que desviarse por un estrecho callejón, antes de llegar a la Puerta de las Granadas, lugar que da acceso a un bonito bosque que llega hasta la entrada de la Alhambra.

Aunque no es muy conocido, e incluso muchos piensan que es un secreto que guarda Granada, bien es muy recomendable hacer una pequeña parada para contemplar sus vistas. Y es que aquí se puede ver la otra cara de la ciudad granadina. A sus espaldas queda la ladera en la que está situada la Alhambra y las vistas dan directamente al Albaicín y el Sacromonte, barrios históricos llenos de cultura, buena gastronomía y zambras llenas del mejor flamenco.

Bien es cierto que el encanto de este barrio hace que las vistas merezcan la pena. La disposición de las calles y los hermosos cármenes crean una vista digna de postal. E incluso, para aquellos que ya conozcan esta zona, podrán ver lugares conocidos desde otra perspectiva.