Papaupa: el rincón donde Granada abraza el verdadero sabor de Colombia

Cómete Granada

El restaurante es un lugar de amor, sabor y resistencia que fusiona raíces colombianas y andaluzas en pleno centro de la ciudad

Francisco Moya Romero ha convertido al Papaupa en un sitio de referencia en la capital granadina.
Francisco Moya Romero ha convertido al Papaupa en un sitio de referencia en la capital granadina. / Jesús Jiménez/ GPMEDIA
Rodrigo Vázquez
- Redactor

30 de mayo 2025 - 05:00

El Realejo es uno de los barrios con más alma de Granada. En su interior existen verdaderas joyas históricas, culturales y por supuesto, gastronómicas. Una de ellas es el Papaupa, un restaurante que no solo ha resistido el paso del tiempo, sino que ha florecido como un símbolo de fusión cultural, vecindad y resistencia.

Doce años después de abrir sus puertas un 1 de mayo de 2013 (curiosamente, el Día del Trabajador), Francisco Moya Romero y su esposa Margarita María Arango Pabón, colombiana de origen y alma del proyecto, han conseguido lo que muchos sueñan pero pocos logran: hacer de su visión compartida un hogar para todos. Fue ella quien trajo consigo los sabores, las expresiones y la calidez de su tierra natal, y quien supo impregnar cada rincón del restaurante con ese espíritu colombiano que, al fusionarse con las raíces andaluzas, el carácter y la solera de Francisco, dio vida a un espacio único en Granada.

El Papaupa se ubica en la Calle Molinos en el barrio del Realejo de Granada.
El Papaupa se ubica en la Calle Molinos en el barrio del Realejo de Granada. / Jesús Jiménez/ GPMEDIA

No había nada parecido en Granada”, recuerda Francisco, mientras atiende con la misma dedicación con la que empezó. De esa mezcla de culturas nació una carta única, donde el ajiaco colombiano comparte protagonismo con unas carrilleras melosas, y donde una dorada barranquillera, entera, imponente, llega a la mesa rodeada de arroz con coco y patacón.

Sin embargo, Papaupa es mucho más que una carta bien pensada. Es una forma de estar, de relacionarse, de abrirse al barrio. El propio nombre tiene su raíz en una expresión popular colombiana que hace referencia a alguien que destaca, que embellece su entorno. Y eso es exactamente lo que Papaupa ha hecho en el Realejo: transformar una plaza complicada en un lugar de encuentro, de cultura, de comunidad.

Francisco es uno de los artífices de este éxito culinario granadino-colombiano.
Francisco es uno de los artífices de este éxito culinario granadino-colombiano. / Jesús Jiménez/ GPMEDIA

Francisco recuerda cómo fueron los inicios, en un barrio que entonces parecía dormido, con una plaza casi olvidada. Pero con paciencia, constancia y una oferta honesta, lograron ganarse a los vecinos. “Cuando se dieron cuenta de que veníamos a quedarnos, nos abrieron las puertas”, dice con una sonrisa. Y es que Papaupa no solo sirve comidas: acoge exposiciones, presentaciones, tertulias, encuentros. Su salón principal y su reservado se convierten, con frecuencia, en escenarios de lo inesperado.

Hoy, el restaurante cuenta con un equipo de cinco personas y mantiene abiertas sus puertas de miércoles a domingo. Francisco, tras pasar por todos los puestos del negocio, ha vuelto a los fogones. “Llevo apenas quince días asumiendo la cocina, pero me gusta, se me da bien”, asegura. En tiempos donde el sector hostelero sufre por falta de personal cualificado, él ha decidido asumir la responsabilidad con naturalidad, sabiendo que el trabajo bien hecho no tiene atajos.

La historia de Papaupa es también la historia de una Granada compleja, en la que la famosa tapa (emblema y dilema) marca el pulso de la hostelería. Francisco no esconde su postura crítica: “La tapa, tal como está, ha dejado de ser sostenible para muchos negocios”. Pero aún así, la ofrecen, como un gesto más de hospitalidad. Porque aquí todo está pensado para que la gente vuelva, para que se sienta en casa.

Y vuelven. Vecinos, turistas, compañías teatrales, músicos, familias. Algunos llegan de paso, otros se quedan para siempre. “Tengo parroquianos diarios, de todas las edades. Y eso es lo que me sigue dando ganas de levantar la persiana cada mañana”, confiesa Francisco con emoción contenida.

Sabor, olor y sonido. Así define él su restaurante. Porque en Papaupa se escucha vida, se huele memoria y se saborean raíces. Y porque este rincón del Realejo ya no es solo suyo: es de todos los que han encontrado en él un pedazo de hogar, servido en un plato lleno, con el corazón por delante.

Restaurante Papaupa

C. Molinos, 16, Centro. 18009 Granada.

Horario: de miércoles a domingo de 12:30 a 16:30 horas y de 20:00 a 00:00 horas. Lunes y martes cerrado.

Teléfono: 958 991 844.

Instagram: papauparetrofusionfood

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