Granada tiene una formación orográfica un tanto especial. Esto se debe a las fallas que se encuentran justo en la zona granadina. Por eso es común que a lo largo del año se produzcan algunos seísmos por distintos puntos de la provincia.
A lo largo de la historia se han producido algunos de magnitud importante que ha afectado de forma muy peligrosa a la población granadina. Así el sismo de Albolote-Atarfe del 19 de Abril de 1956 es de los más importantes del siglo XX en España y se enmarca dentro de los terremotos destructores.
El terremoto afectó a una amplia zona de la provincia llegando a alcanzar un radio de 10 kilómetros alrededor alcanzando un grado VII, con lo que abarca la capital y una veintena de pueblos de la Vega. Tuvo una escasa profundidad focal.
Todos ellos con mínimas diferencias nos dicen que el temblor comenzó a las siete menos veinte de la tarde y sembró el pánico sobre todo en la zona comprendida entre Sierra Elvira y Granada alarmando a casi toda la provincia. La Prensa del día siguiente citaba como arruinadas las poblaciones de Atarfe y Albolote, y muy afectadas Santa Fe, Maracena y algunos barrios de la capital. Estos municipios solicitaron ayuda al Gobierno. El terremoto duró unos cuatro segundos y fue muy violento, produciendo en la juntas de los muros y ventanas grietas y desprendimientos de yesones, caída de objetos, relojes parados, etc.
Tras investigaciones se alude a que en Albolote se produjeron más grietas en columnas de la iglesia, desprendimiento de rocas en Sierra Elvira, ruptura y caída de chimeneas, cornisas, movimiento de árboles, ruido subterráneo general notado en poblaciones bastante alejadas. Se achacó a muchos de los destrozos a la mala calidad de las construcciones y a la escasa coherencia de los materiales.
A la vez se sucedieron diferentes réplicas a lo largo de la tarde y en los días posteriores, con mucho menor intensidad pero con la suficiente para hacerse notar.
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