Tras levantarse por la mañana temprano para acudir al trabajo o comenzar los quehaceres diarios es muy común entre la mayoría de los mortales tomar una buena taza de café, frío o caliente, dependiendo de los gustos y las estaciones del año.

Esta costumbre se debe mayormente a que esta bebida tiene ciertos efectos en el cuerpo que permite al individuo estar más activo. Pero no siempre es así, y dependerá de varios factores que se deben tener en cuenta.

Según un estudio, que se puede encontrar en la web caffeeness, los valores porcentuales de la cafeína en el café difieren teniendo en cuenta el tipo de grano que se usa o el tipo de tueste. Así, un grano de café arábico es muy diferente de uno robusto, incluso granos de una misma variedad que se han plantado uno al lado del otro tienen valores diferentes.

Para comprobar los distintos grados de cafeína que contiene han realizado 15 bebidas de forma distinta. El resultado ha dado a conocer algunos datos interesantes. Por un lado el contenido absoluto de cafeína y el contenido en comparación con el tamaño de una porción habitual son dos cosas muy diferentes.

Por toro lado se demuestra que los parámetros más importantes para el contenido final de cafeína en la taza son el tiempo y el volumen. Aspectos como la temperatura, la presión o la cantidad de café son más insignificantes de lo que uno podría pensar.

Fuente: Coffeeness

Finalmente se puede contestar a preguntas tales como si un ristretto tiene en realidad mucha más cafeína que un expreso. También han comprobado que las cafeteras superautomáticas son las que preparan el café más débil.

Así se ha realizado una infografía que muestra los distintos resultados obtenidos y los compara. Así se puede ver como el la modalidad Cold Brew, una forma de extraer el propio café en frío, es el que más cafeína contiene comparando una misma cantidad entre los restantes métodos.