Taberna El Secreto, tradición y confianza en la cocina granadina sin gluten

Entrar en la Taberna El Secreto no es simplemente cruzar la puerta de un local. Es abrir una ventana a la Granada de antaño, esa de las tabernas auténticas, donde se cocinaba con calma, se compartía entre amigos y la calidad de la materia prima era sagrada. Pero también es descubrir un espacio que rompe moldes en una ciudad marcada por la cultura de la tapa: aquí lo que importa es la comida, la esencia del plato, la seguridad y la confianza.

Detrás de este proyecto está José Antonio Jiménez Victoria, un cocinero granadino que un día decidió dejar de trabajar para otros y apostar por su propio camino. “Era un sueño que tenía desde hace muchos años: hacer mi propia cocina, con mis recetas, y sobre todo dar respuesta a personas que lo estaban pidiendo a gritos”, cuenta emocionado. Ese público al que se refiere son los celíacos, para quienes ideó un espacio seguro al 100%.

El camino no fue fácil. Al principio, la carta tenía un 70-80% de opciones sin gluten. Sin embargo, la fidelidad de esa clientela y la confianza que depositaban en el proyecto animaron a José a dar un paso más: transformar toda la oferta. Durante meses trabajó incansablemente hasta conseguirlo. Y lo logró. Hoy, El Secreto es uno de los pocos locales de Granada con el sello de la Asociación Española Sin Gluten, un reconocimiento que certifica que no hay riesgo de contaminación cruzada y que garantiza la tranquilidad de quienes tanto la necesitan.

“En mi cocina no entra harina de trigo, no existe el gluten. Esa seguridad es lo que más agradecen nuestros clientes”, explica. Y no lo dice en vano: su encargada, Angie, es celíaca y se ha convertido en pilar fundamental del proyecto, tanto en la atención al público como en la exigencia diaria de mantener intacto ese compromiso.

Pero más allá de la seguridad, está el sabor. Y ahí José se ha propuesto un reto que ha superado con creces: mantener viva la tradición de la cocina granadina y española, aunque sea sin gluten. “Lo más difícil fue conseguir unas croquetas que no perdieran la esencia de las de toda la vida. Nos costó cuatro meses de pruebas, hasta dar con la mezcla perfecta. Ahora son un éxito”, confiesa.

El secreto (nunca mejor dicho) está en la variedad y en la creatividad. La taberna ofrece hasta cinco tipos de croquetas, desde las clásicas de pollo asado o jamón ibérico hasta propuestas más innovadoras como la de bacalao confitado con gambas al pil pil o la de espinacas con queso gorgonzola y pasas, que ya se ha convertido en la estrella indiscutible. Cada fin de semana, además, sorprende con nuevas sugerencias fuera de carta para que los clientes habituales nunca se aburran.

Y si algo rivaliza con las croquetas son los postres. El brownie casero, acompañado de helado de vainilla y reducción de frutos rojos, se ha ganado un hueco en el corazón de los comensales. “Quien lo prueba dice que no nota la diferencia, que parece el mismo de cuando podía comer gluten”, comenta orgulloso.

Más allá del menú, José tiene claro que lo suyo es recuperar la esencia de la taberna de siempre. No es un local de tapas al uso (aunque sí ofrece pequeños aperitivos de calidad con cada consumición), sino un espacio para sentarse a comer y disfrutar sin prisas. Una taberna para conversar, para reencontrarse con la tradición y para sentir la hospitalidad granadina.

En tres palabras, él mismo define lo que ha creado: tradición, gastronomía y clientela. Una tríada que resume a la perfección lo que es la Taberna El Secreto: un rincón de Granada que rescata lo auténtico y, al mismo tiempo, abre un horizonte de esperanza para quienes muchas veces se ven privados del simple placer de salir a comer con tranquilidad.

Porque en esta taberna, lo que se sirve no es solo comida: es confianza, memoria y un sueño cumplido.

Taberna El secreto

C. Torre de los Hidalgos, 9, Genil, 18008 Granada.

Horario: de martes a domingo de 13:00 a 16:00 horas y de 20:00 a 23:30 horas. Lunes cerrado.

Teléfono: 600 271 991.

Instagram: @tabernaelsecreto9