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Granada cuenta con restos históricos por cada rincón de la provincia. Así encontramos antiguas ruinas, atalayas o torres que se mantienen en pie en mitad de páramos y cerca de municipios que antaño fueron importantes líneas de defensa. Algunas de ellas se conservan hoy día siendo un importante patrimonio cultural.
También se le conoce como "la Chimeneilla". Domina visualmente la extensa comarca de Guadix. Su figura es cilíndrica y la planta circular es de 3,80 metros de diámetro. Sólo se conservan los tres primeros metros de altura y perteneció a la red de fortificaciones y torres que vigilaban la frontera norte del reino nazarí
En la localidad de Fonelas se encuentra esta atalaya que tiene un estado de conservación bastante bueno comparadas con otras de la zona. La función de esta torre es puramente defensiva y de observación y formó parte de la red defensiva nazarí.
Se encuentra situada en la cima del cerro de los Molinos. Es una torre atalaya, de época árabe, con forma cilíndrica y planta circular, de 5,35 metros de diámetro. Solo quedan los muros exteriores.
En este municipio se encuentran los restos de lo que era un antiguo castillo situado en el Cerro del Castillo. Se tienen pocos datos sobre esta fortaleza, pero en base a los materiales existentes en su superficie, el poblado tiene un inicio ibérico, con una fase romana, califal, almohade hasta su desaparición a fines de la edad media.
Esta torre se situa en el término municipal de Galera. La ocupación musulmana de gran parte de la península llevó aparejada la construcción de fortificaciones, que constituyeron la línea defensiva de la zona, siendo la función de esta torre.
Situada en el municipio de Guadixes una obra de la época nazarí, fechada a mediados del siglo XIV y situada en una elevación próxima a Sierra Arana. De planta rectangular, se conservan en pie sólo dos de sus caras.
La torre del Tarahal, también denominada "Fuente Amarga", se alza a 897 metros de altitud en el pago de Fuente Amarga, a la izquierda de la carretera de Castilléjar a Huéscar. Esta torre, además de torre vigía atalaya, sirvió de refugio para los campesinos de la zona cuando la rapidez de los ataques no les permitiese acudir al castillo más próximo.
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