Vivir

El verano es tiempo para colorear

  • La época estival da paso a estilismos desenfadados y de tonalidades vivas

  • Los vestidos 'baby doll', el 'vichy', las faldas 'midi' y las sandalias con pompones son tendencia

Con estas temperaturas tan elevadas, más que pensar en poner ropa sobre nuestro cuerpo nos planteamos salir a la calle sin ella. Pero que el calor no nos haga cogerle miedo a la moda porque, sin duda, el verano es la mejor estación para probar con todo tipo de estilismos, para arriesgarse y acertar. La alegría estival y el buen tono de piel con el que salimos a bebernos el verano son un plus para dar rienda suelta a nuestra forma de vestirnos.

Escondidas bajo nuestras mejores bufandas durante largos meses ha llegado la hora de dejar al descubierto algunas zonas de nuestra anatomía. Es el momento de lucir hombros y cuello y las firmas lo saben. Por eso este año una de las tendencias más arraigadas es la de las camisas y camisetas con escote de cortes asimétricos. Sí, la tiranta es siempre una apuesta segura, pero lucir un top con el que se presuma de hombro es todo un acierto. ¿Cómo complementar ese estilismo para ir completamente a la moda? Con unas bermudas midi, siempre tratando de complementar una prenda con otra. Si el top es estampado, el pantalón liso; si la camiseta es lisa, el pantalón estampado. Siempre es preferible que las dos prendas no sean iguales.

Como el calor invita a desnudarse, los vestidos campan a sus anchas por todos los armarios. Si el año pasado ya empezaron a verse por la calle, este año los vestidos lenceros han tomado mucha más fuerza. Para acertar con este estilismo -sin que parezca que se va en camisón- hay dos opciones: o lucirlo con sandalias planas o calzarse unas deportivas. Es una forma de mezclar un estilismo más arreglado con un aire más informal, aportando así frescura y naturalidad. Pero éstos no son los únicos vestidos que se llevan este verano. En tonos celestes y rosas empolvados, los vestidos baby doll le pisan terreno al resto de vestidos. Aunque puedan dar una apariencia infantil a aquellas que lo usen su comodidad bien merece aparentar tener veinte años menos. Además, muchos de estos vestidos presentan flores bordadas o elementos étnicos en la pechera, algo que recuerda a los años sesenta y da cierto toque nostálgico.

Deseando ser enseñadas, las piernas se llevan la palma este verano. Por un lado, las faldas de corte años cincuenta, de talle alto y con algo de vuelo, son el reclamo de todo estilismo veraniego. Que no nos engañe su corte clásico, las faldas midi son tan versátiles como mujeres hay en el mundo. Se pueden combinar con una camisa lencera y sandalia de tacón o con una camiseta y zapatilla. Todo depende de lo cómoda que se quiera salir a la calle. También para lucir piernas han llegado los monos cortos, que se llevan sueltos y con algún frunce debajo del pecho, o los vestidos de tirantas, ceñidos al pecho y con vuelo a partir de la cintura. Con estampado floral y cuñas en colores vivos son un acierto. Pero también hay hueco para los vestidos largos -lisos o estampados- con el escote cruzado y apertura en el largo para dejar entrever las piernas.

Siempre de moda, las camisetas con mensaje están en alza este verano. Pero con una salvedad, este año no se llevan camisetas con grupos musicales -sobre todo si no se conoce al grupo- ni las que rezan algún mensaje positivo propio de los sobrecillos d azúcar. Éstas se pueden combinar con pantalones cortos en tejido vaquero y convertirse en una mujer de los años ochenta.

Si durante años las rayas marineras se veían en camisetas, pantalones y zapatos, este año son los cuadros vichy los que se han convertido en reyes del verano. Sobre todo están presentes en vestidos, camisas y camisetas. Lo mismo ocurre con los lunares, algo que agradecen las amantes de las ferias. Estos estampados se pueden combinar con los volantes, muy presentes en el mundo de la moda desde principios de primavera y aptos para estilismos desenfadados o looks más formales.

En cuanto al calzado y los complementos, la tónica dominante es similar al verano pasado. Cobran fuerza las zapatillas deportivas para cualquier estilismo -la comodidad empieza a importar más que el ir de punta en blanco-, las sandalias con pompones de colores se convierten en la alegría de cualquier estilismo y las sandalias de tacón y plataforma se asientan en los looks nocturnos. Los accesorios, siempre de colores y buscando dejar atrás al gris invierno.

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