Vivir

Un viaje de leyenda en la Torre de las Infantas

  • El Patronato de la Alhambra abre de forma excepcional en agosto este legendario espacio del conjunto monumental

La Torre de las Infantas ha sido espacio de múltiples leyendas.

La Torre de las Infantas ha sido espacio de múltiples leyendas. / g. h.

Los miles de turistas que escogen nuestra ciudad como destino, así como los granadinos que están aprovechando la época estival para recorrer nuestras calles y dejarse cautivar por todo lo que ofrece Granada, tienen una cita excepcional en el conjunto monumental nazarí.

El Patronato de la Alhambra y Generalife durante este mes de agosto la legendaria Torre de las Infantas, una construcción defensiva que también fue residencia y que es el escenario de la leyenda de las princesas Zayda, Zorayda y Zorahayda que recogió el escritor Washington Irving.

Cerrado habitualmente al público por motivos de conservación, la Torre de las Infantas está situada entre el Partal y el extremo oriental de la muralla, en el paseo ajardinado y con restos arqueológicos que conduce al enclave del Generalife.

Representa una de las torres más emblemáticas del conjunto monumental, según ha detallado en un comunicado el Patronato de la Alhambra.

En su interior se encuentra uno de los espacios más exquisitos de toda la arquitectura nazarí, en el que sorprende el contraste entre la sobriedad exterior y la riqueza arquitectónica y decorativa interior por medio de alicatados, yeserías y cubiertas.

Se podrá visitar todos los martes, miércoles, jueves y domingos, con la entrada Alhambra General y Alhambra Jardines, para conocer este escenario emblemático y del que se escribieron leyendas como la ya mencionada.

La Torre de las Infantas presenta una estructura arquitectónica semejante a la de su vecina, la Cautiva, y, al igual que aquella, puede considerarse como una torre-palacio. Fue construida durante el reinado del sultán Muhammad VII (1392-1408) y es el último edificio de importancia que se construyó en la ciudad palatina, entre 1393 y 1394.

El acceso a la Torre de las Infantas es en recodo y destaca la bóveda de la entrada, con grandes mocárabes que conservan restos de su pintura original.

El interior de la torre se distribuye alrededor de un patio centrado por una fuente poligonal de mármol que reparte en su entorno las estancias principales, tres núcleos de alcobas con ventanas al exterior.

La más destacada se sitúa al fondo y cuenta con los habituales alhamíes en sus lados menores y cuenta desde el siglo pasado con una armadura de madera que sustituyó a un techo que estaba cubierto originalmente con una bóveda de mocárabes

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios