Queda lejos el 28 de febrero de 1998, día en el que Lucas Alcaraz fue destituido como entrenador del Granada después de que el equipo perdiera en Los Cármenes ante el Betis B. Por aquel entonces, el club rojiblanco estaba sumido en el pozo de Segunda B y era la primera experiencia como entrenador profesional del granadino. Ayer, 30 de enero de 2013, casi quince años después, el técnico vuelve a la que siempre ha considerado como su casa. Dos diferencias tremendas: Alcaraz llega con una experencia en equipos de primera categoría y el Granada está en Primera División.

Tras anunciarse ayer por la mañana la destitución de Juan Antonio Anquela, a continuación el club informó que el designado para ocupar el puesto vacante era Lucas Alcaraz, que ya por la tarde dirigió su primer entrenamiento como nuevo responsable del primer equipo rojiblanco.

El técnico, que se ha comprometido hasta la conclusión de la presente temporada, se desvinculó previamente del Aris de Salónica griego gracias a una clásula en su contrato, que le permitía dejar el club heleno si el Granada se interesaba por él.

En su presentación, lo primero que hizo Alcaraz tras tener unas palabras de afecto hacia su antecesor, fue recordar la figura de su abuelo, José González, que fue fue jugador del Granada y del Real Madrid en las decadas de los 40 y 50 del pasado siglo: "Él fue el que me enseñó a amar este club desde pequeño, cuando me llevaba al viejo Los Cármenes en una época dorada. También me acuerdo de mi suegro -Miguel Prieto, que fue durante muchos años presidente de la Federación Granadina de Fútbol- y de mucha gente que no está ahora que me inculcaron estos colores. Tuve la suerte de no tener que elegir entre el Real Madrid o el Barcelona porque siempre he sido del Granada".

Sobre la diferencia que hay entre el club que dejó a finales del pasado siglo y el que se encuentra ahora, el preparador aseguró que "éste es un Granada nuevo, por lo que agradezco a Pina que me dé la oportunidad de dirigirlo, pues para mí es un sueño poder volver después de tantos años en los que he trabajado mucho y me he formado, por lo que estóy más preparado que cuando cogí el equipo por primera vez".

"Vengo desde la humildad y la convicción para aportar mi grano de arena en el objetivo que tenemos", señaló el nuevo entrenador rojiblanco, que también habló de las señas que quiere dar al Granada: "En Primera División los equipos tiene que ser ordenados, equilibrados, que dominen todas las facetas para así jugar bien al fútbol". Y añadió que a sus jugadores siempre les dice que "no se puede pensar en ganar, sino en lo que hay que hacer para ganar".

Alcaraz debutará como entrenador del Granada en Primera División ante todo un Real Madrid este sábado en Los Cármenes. "Será un partido complicado en el que tendremos que centrarnos en nosotros y en nuestro remidimiento".

Por su parte, el presidente del Granada, Quique Pina, señaló que la elección de Alcaraz ha sido porque "pocos tendrán más ilusión y ganas de alguien que quiere triunfar en su tierra, tiene experiencia duras en Primera, no hay entrenador que conozca mejor al Granada y su infraestructura, y porque me parece importante su concepto ordenado y táctico que tiene del fútbol".

Sobre la destitución de Anquela, Pina dijo que la tomó "más con la cabeza que con el corazón", y recordó que el jienense era una apuesta suya "que ha aportado trabajo y honradez, pero también padecimiento por la situación del equipo, por lo que creo que lo libero aunque, claro, él no lo entienda". El presidente rojiblanco dijo estar seguro de que el equipo se iba a salvar con Anquela, pero que "el Granada necesitaba un cambio de rumbo".