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La anfitriona espera consolidar su hegemonía

  • Brasil, que ya ganó la competición en 1997, 2005 y 2009, quiere despuntar en el palmarés

Brasil tratará de aprovechar el hecho de ser anfitrión para conseguir su cuarto título de la Copa Confederaciones, el tercero consecutivo, y ratificarse como el auténtico rey de campeones. Alfio Basile llevó a Argentina al primer título, pero la albiceleste, que luego logró dos subcampeonatos, no volvió a vencer y Brasil acumula tres coronas, conseguidas en 1997, 2005 y 2009.

En sus orígenes, allá por 1992, recibió el nombre de Copa del Rey Fahd y se jugaba en Riad, pero hasta la tercera edición la FIFA no la bautizó como Copa de las Confederaciones, en la que participaban los ganadores de los cinco continentes. En la primera jugaron cuatro conjuntos. Argentina superó a Costa de Marfil en semifinales por 4-0 y a Arabia Saudí, verdugo de EEUU, en la final por 3-1.

Michael y Brian Laudrup lideraron a Dinamarca en la segunda edición, disputada en 1995. El conjunto de Richard Nielsen venció en la final a Argentina por 2-0.

En 1997 el torneo pasó a tener su denominación y formatos actuales. Brasil, dirigida por Mario Lobo Zagallo, logró su primer título con autoridad. En la final destrozó a la sorpresa del torneo, Australia, por 6-0, con sendos tripletes de Romario y Ronaldo.

En 1999, México ejerció de anfitrión y se coronó campeón al imponerse en una vibrante final a Brasil por 4-3. Ronaldinho fue elegido mejor jugador del torneo.

Francia extendió su dominio mundial (ganador en casa en 1998) a la Copa de las Confederaciones 2001 de Corea del Sur/Japón. De la mano de Roger Lemerre, y pese a las bajas de hombres como Zidane, el once del gallo derrotó a Japón en la final (1-0).

Jacques Santini guió a los franceses a revalidar la corona como locales en 2003 al derrotar en la final a Camerún por 1-0.

La edición de 2003 pasará a la historia por la tragedia del fallecimiento del camerunés Marc Vivien Foe, tras desplomarse en el campo durante el encuentro ante Colombia.

A partir de Corea/Japón, el torneo se juega en el país donde al año siguiente se va a disputar el Mundial, lo que permite ensayar tanto a los organizadores como a los equipos.

Brasil aprovechó su presencia en Alemania 2005 y Sudáfrica 2009 para completar su éxito y ser el campeón de campeones, aunque luego no pudo refrendarlo en el ámbito del Mundial.

En Alemania, el equipo de Parreira goleó a Argentina (4-1). Dunga fue el que coronó a los brasileños en Sudáfrica, donde se mostró solvente y venció en una emocionante final a Estados Unidos, que ya había sorprendido a España en semifinales. Luis Fabiano y Lucio propiciaron la remontada y el triunfo por 3-2.

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