Deportes

Siempre le quedará Granada

  • Los únicos recuerdos felices que Orenga podrá guardar de la Copa del Mundo 2014 son los días de la fase de grupos Madrid se convierte en un lugar maldito para el baloncesto español

"Anoche se dijeron muchas cosas. Dijiste que no habíamos preparado bien el partido y yo dije que no dimito porque soy un hombre de la Federación", a lo que Navarro contestó: "Escúchame Juan, ¿tienes idea de lo que te espera si te quedas aquí?". Este diálogo entre Orenga y el capitán de la selección no existió, pero la historia del equipo español bien podría haber acabado en la pista de un aeropuerto con el entrenador y uno de sus jugadores teniendo una conversación al más puro estilo Casablanca.

A la mejor generación del baloncesto patrio les quedarán los recuerdos de los oros de Saitama 2006, Katowice 2009 y Kaunas 2011. Pero a Juan Antonio Orenga tendrá que conformarse con la única semana que ha sido feliz en el banquillo de la llamada ÑBA. La que transcurrió del 30 de agosto al 4 de septiembre del 2014, cuando el castellonense fraguó el comienzo de una bella amistad con Granada, donde el vestíbulo del Hotel Nazaríes se convirtió en el Rick's Cafe y sus pupilos aplastaron a sus cinco rivales en la cancha.

El seleccionador es el epicentro de las críticas tras la debacle española en la Copa del Mundo. Todos los análisis periodísticos y de los aficionados a pie de calle o en las redes sociales coinciden en la incapacidad de Orenga para manejar finales de partidos igualados o, simplemente, para sentarse en un banquillo a dirigir un equipo. Parecía un regalo caído del cielo el poder entrenar a los Gasoles, Navarro, Ricky Rubio y compañía, pero al final ese puesto se ha convertido en su peor pesadilla. Tras el fracaso del Eurobasket de Eslovenia en 2013, el Mundial en casa se presentaba como una oportunidad dorada a la vez que un auténtico 'marrón'. Y se confirmaron las peores expectativas, con el técnico galo Vincent Collet poniendo en la picota a su homónimo español .

Lo cierto es que a España se le han visto pocas variantes tácticas en ataque y en defensa. Los movimientos, cortes, bloqueos y situaciones técnicas han brillado por su ausencia. Todo el planteamiento se ha basado en el enorme talento individual de los jugadores, que también salen decapitados por la guillotina francesa. Porque Orenga, más allá de su parte de culpa, no estaba sobre el parqué para cerrar alguno de los 16 rebotes ofensivos que capturó Francia y tampoco giró la muñeca en ninguno de los 22 triples intentados, de los cuales entraron dos. Sin olvidar que el que decide quien se sienta en el banquillo es José Luis Saéz, que hasta hoy no dará su versión oficial de la catástrofe. Ya durante los días de vino y rosas en Granada, hubo una minoría de expertos que evitaron las alharacas y avisaron de ciertas debilidades.

Otro factor negativo ha sido la soberbia de verse en la final antes de llegar a ella. Habrá los más supersticiosos que vean también algo de cenizo en el Palacio de los Deportes de Madrid. Allí se perdió una final del Eurobasket 2007 contra Rusia y anteayer fue el escenario de la secuela del angolazo, un francolazo archivado desde ya en las páginas más negras del baloncesto patrio. Para la siguiente vez que a la FEB se le ocurra montar algún campeonato internacional, tendría que pensar en dos cuestiones: si lo celebra en la capital de España que sea en mayo por si aparecen los franceses o apostar directamente por Granada, allí donde Orenga pronunció alguna vez la mágica frase: "Machácala otra vez, Pau".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios