El Universidad de Granada de balonmano femenino no pudo estrenar ayer el casillero de victorias en su debut en el grupo D de la División de Honor Plata femenina al caer por 20-21 ante el BM Bolaños en Fuentenueva. Las granadinas estuvieron por delante toda la primera mitad, pero en la segunda el acierto en los metros finales terminaron por darle la primera victoria de la temporada a las castellanomanchegas.

El partido fue dicotómico en sus dos actos, hasta el punto de que Odalys Escalona -la mejor de las visitantes- sería expulsada en los estertores del primero por aplaudir sarcásticamente la decisión de uno de los colegiados de excluirla. Todo fue positivo hasta ahí. Pero tras la reanudación, las de Javier Alonso necesitaron siete minutos para volver a percutir la portería visitante. Demasiada indulgencia. La falta de acierto, hasta cinco postes, unida a la permisividad de los colegiados con el juego pasivo de las visitantes en las postrimerías, terminaron de hundir la nave universitaria.

En los primeros compases, las chicas de Javier Alonso anotaron un parcial de 4-0 que obligó a la bolañegas a solicitar tiempo muerto. Sostenidas atrás por una gran defensa y con acierto arriba, las granadinas no desaprovecharon sus llegadas. Con una mejora notable en el rendimiento físico respecto a la temporada pasada y un no menos importante equilibrio táctico, las granadinas consiguieron mantener la ventaja.

Con Odalys Escalona en la ducha, el horizonte para las bolañegas era poco esperanzador en el segundo tiempo. Al recital de Fernández, el otro gran baluarte del equipo visitante, se unieron Aranda y Gómez. El triunvirato reventó las aspiraciones de las de Javier Alonso, que la próxima semana buscarán la victoria ante el Lanzarote Puerto del Carmen.