Con la del sábado ya son tres las derrotas consecutivas del Granada Club de Fútbol. El equipo está en mitad de tabla, relativamente tranquilo, viviendo de las rentas del casi histórico comienzo liguero. Pero la sensación que se palpa tras ver al equipo después de siete partidos es que parece que lleva perdiendo desde que empezó la Liga. Una visión pesimista que la realidad niega, pero aunque el conjunto de Caparrós ganase (o no perdiese) en los primeros partidos, la imagen era de un juego cogido con pinzas.

LO DEFENSIVO

Quien le reclame juego ofensivo a Caparrós, que tire de hemeroteca o se baje partidos de internet. ¿Desde cuando ha sido así? El técnico del Granada no destaca porque sus equipos brillen con la pelota, más bien lo contrario. El debate no es si es bonito jugar con la premisa de madurar el partido desde atrás, desde la defensa, sino si hacerlo de esa forma dará los resultados esperados. No, el Granada no juega bien porque juegue 'a la defensiva', sino porque no está sabiendo desarrollar bien esa idea de juego. Por eso no compro el argumento de que el equipo rojiblanco no tuvo hambre para ganar en La Rosaleda. Más bien fue incapaz de hacer correctamente lo que les pedía Caparrós.

un delantero

Aunque el Granada alinea a dos hombres arriba, Caparrós tuvo la idea de hacer una convocatoria sin recambios suficientes como para buscar ganar el partido. Aún no veo yo del todo clara esa idea, quizás temeraria, que tiene Caparrós de intentar adelantarse a lo que va a suceder en los partidos. No sé si vio claro que iban a estar 0-1 todo el partido como para sólo tener a Success como sustitución de emergencia. El nigeriano hizo su trabajo bien pero, ¿donde estaba El Arabi? Fundido. ¿Y Piti? En su línea. Que las únicas acciones cercanas al 2-2 fueran de Nyom y Babin da que pensar que algo no se pensó bien.

los puntos

A estas alturas de Liga, el Granada está como el año pasado, pero con menos pitos sobre Caparrós que sobre Alcaraz. La incomprensible compresión de la afición granadinista. Se han vuelto a escapar puntos, tanto en casa como fuera, de esos que están al alcance de la mano y de los que se echan en falta al final. El Málaga no fue mejor pero dejó a cero a los rojiblancos, el Levante fue inexplicablemente superior en Los Cármenes y ya hasta escuece que se fueran dos puntos ante el Villarreal en casa. Ahora mismo sólo hace falta que el equipo siga trabajando. Las alturas de competición mandan. Pero hace falta ya que la afición vea algo más de consistencia... y puntos.

velasco en vinagre

Conveniemos: el Granada volvió a acularse demasiado, le remontaron con dos fallos de principiante, fue incapaz de generar peligro claro para sentenciar y/o remontar contra el Málaga. Vamos, que no jugó nada bien. Pero siempre quedará que el 2-1 llegó de un penalti sacado de la manga por el asistente de Velasco Carballo. Más allá de juzgar la acción (si es mano de Iturra, ¿por qué no lo expulsas, si encima tenía amarilla?), es volver a la pregunta de siempre: ¿En un Madrid-Barcelona se hubiera atrevido a pitarlo, a hacerle tanto caso a su linier? Seguramente prefirieran pasar a la historia por omisión que por acción. La otra cuestión, que más coraje da aún: en otros deportes no hubiera pasado. Una vez más, señores de la FIFA: vídeoarbitraje. Y adiós mangoneos.