El pívot español Pau Gasol declaró ayer, durante el acto de despedida en el que participó antes de emprender de nuevo rumbo a Estados Unidos, que su futuro en el próximo Europeo de Polonia de 2009 es incierto porque a partir de ahora va a pensar "con la cabeza y no con el corazón".

"Decidiré al final" declaró Gasol, "pero por el bien de todos, de la selección, de mi equipo y de mí mismo, tengo que empezar a pensar con la cabeza y no con el corazón", señaló el catalán durante el evento celebrado en el Real Club Canoe que organizó la marca de coches Ssang Yong.

Además, con respecto a su segundo año como jugador de Los Ángeles Lakers, el de San Boi se mostró confiado con el nivel de la plantilla de la franquicia angelina y aseguró que empieza la temporada con "muchísimas ganas. Las sensaciones son muy buenas. Tenemos un equipo puntero y empiezo con ganas una temporada que no va a ser nada fácil, ya que jugamos en una conferencia muy dura, como es la Oeste".

Por otro lado, Gasol hizo un repaso por el último año que ha vivido y comentó que ganar el anillo es el objetivo que más "ilusión" le hace para esta nueva temporada que arrancará en noviembre. "Se queda un sabor dulce y amargo de la temporada. Dulce por haber conseguido llegar a la final de la NBA y de los Juegos Olímpicos, pero amargo por no haber conseguido ganar. Espero poder cambiarlo", afirmó. Y es que Gasol perdió la final de la NBA ante los Boston Celtics por 4-2 y consiguió la medalla de plata olímpica tras caer ante la selección norteamericana en la final por 107-118 con un arbitraje muy polémico.

Por último, el internacional español comentó que está con "muchas ganas de empezar la temporada", en la que podrá compartir la zona con el pívot Andrew Bynum, lesionado durante la campaña pasada y que no pudo ayudar a los Lakers en la lucha por el anillo. Gasol señaló además que la mítica rivalidad con los Celtics empezará más "adelante" porque todavía es "muy pronto". Aún queda más de un mes para que arranque la temporada de la NBA, en la que el equipo de Boston es el máximo favorito para llevarse el título.