Coinciden los aficionados al fútbol en que una de las grandes sorpresas de la primera jornada de Liga fue la victoria de la UD Las Palmas en Mestalla contra el Valencia pero la opinión también es generalizada a la hora de afirmar que, tal y como acabaron la temporada pasada ambos equipos, no es nada extraño lo que ocurrió en el feudo valencianista. Y es que en el caso de los amarillos, el equipo no ha hecho más que extender una jornada más lo que fue una espectacular racha de resultados. Las Palmas acabó el curso pasado como un ciclón y ha acabado el presente igual. El Granada va a visitar el próximo domingo el estadio de uno de los equipos, sin duda, más peligrosos en esta inicio de campeonato, uno de los conjuntos que mejor fútbol hace y que es más temible en este arranque de campeonato liguero.

No es ninguna exageración colocar en estos momentos a la UD Las Palmas en el grupo de candidatos a equipo revelación del campeonato y rival temible que nadie se quiere encontrar enfrente. Quique Setién fue el entrenador deseado por más equipos al final de la Liga pasada y su nombre hasta llegó a sonar para suceder a Vicente del Bosque en el banquillo de la selección española de fútbol.

Todo esto se debe a dos cosas. el gran fútbol que practicó en la segunda parte de la pasada campaña y que sigue jugando el equipo insular, y la notable racha de resultados que acumuló el plantel amarillo a partir de finales de febrero, cuando los jugadores terminaron de asimilar el método de Setién, quien había relevado en el banco a Paco Herrera, el técnico que había llevado al plantel la temporada anterior desde Segunda a Primera.

Había perdido Las Palmas consecutivamente ante el Rayo Vallecano, el Sevilla y el Barcelona, y en la isla comenzaba a discutirse en método de Setién, que estaba muy bien eso de jugar de maravilla pero que no se ganaba, cuando empezaron a llegar las victorias, y todo cambió.

Las Palmas venció por 0-1 en el campo del Eibar y desde ese momento, la escalada fue tremenda. Andaban los canarios coqueteando con los puestos de descenso, pero en los siguientes seis partidos enlazaron cinco triunfos ante el Getafe, la Real Sociedad, el Villarreal, el Valencia y el Deportivo de la Coruña, y una sola derrota, contra el Real Madrid, para prácticamente sentenciar su permanencia una temporada más en Primera División.

En el tramo final de temporada, ya casi dejándose llevar con la salvación en el bolsillo, ganaron un partido más, ante el Espanyol, mientras que empataron ante el Sporting y el Athletic y cedieron contra el Málaga, el Betis y el Granada, en encuentros todos ellos en los que el marcador hubiera sido otro bien diferente si se hubiesen jugado tanto como el rival.

Todo esto, unido al triunfo logrado en el primer choque de la presente Liga contra el Valencia, el pasado lunes por 2-4 en Mestalla, ha provocado que Las Palmas acumule un sensacional balance de nueve victorias, dos empates y tres derrotas en sus catorce últimos compromisos ligueros. En el Insular, la estadística es de tres victorias, un empate y dos derrotas en los seis partidos más recientes disputados allí.

Una de las cosas buenas de todo esto es que el Granada es uno de los tres equipos que ha sido capaz de ganarle desde el 26 de febrero hasta ahora, periodo en el que sólo ha caído en tres partidos oficiales. El 3-2 conseguido en el Nuevo Los Cármenes, en ese choque que se puso tan pronto 0-2 en contra y que se remontó de forma espectacular con el descenso al acecho dio mucho que hablar por la absurda denuncia que luego se interpuso contra Quique Pina por el presunto amaño del mismo. Ahora, con todo eso olvidado, ese duelo queda como el ejemplo de que esta UD Las Palmas que va como un tiro es un equipo batible.