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"El fútbol directo no es atractivo, pero te saca de apuros y te da puntos"

  • Mikel Rico, imprescindible en las alineaciones rojiblancas pese a ser el último en llegar, confiesa que "nunca pensé que pagaran dinero por mí, ni que llegara a ser profesional"

Mikel Rico (Cruces, Vizcaya, 1984) ha necesitado pocos partidos para comenzar a demostrar que Pina no se equivocó cuando decidió invertir cien millones de las antiguas pesetas en su fichaje. Fue el último en llegar, pero parece que lleva toda la vida como rojiblanco. Es imprescindible en el equipo y a su efectividad como futbolista ayuda ese punto de humildad que acompaña siempre sus palabras. La humildad de los currantes

-¿Cuando empezó a jugar al fútbol en Vizcaya podía imaginar que algún día pagarían dinero por su fichaje?

-Nunca pensé vivir del fútbol ni ganar dinero con él. Y mucho menos que se pudiera pagar por mí un traspaso.

-¿Cómo vivió aquellos días de agosto en Huesca? Debió gestionar un dilema importante.

-Para mí fue complicado, estaba muy a gusto, tenía muchos amigos, con los compañeros estaba muy bien y había hecho toda la pretemporada con el equipo. El cambio era complicado, pero a raíz de hablar con Quique Pina y Juan Carlos Cordero no lo dudé ni un momento, le dije a mi representante que había que hacer lo posible para venir. El Granada apostó por mí y estoy muy agradecido.

-¿Y cree que con ello daba un paso en su carrera?

-Sin ninguna duda, he dado un pasito hacia adelante y espero seguir progresando.

-¿Cómo empezó a jugar?

-Empecé desde pequeño en el colegio, haciendo actividades extraescolares me apunté a fútbol sala y en edad benjamín me fichó un equipo, el Danok Bat, en el que estuve seis años. Estuve dos años de juvenil en el Baskonia, empecé a nivel semiprofesional cuando acabé como juvenil. No contaron conmigo para el equipo de Tercera y se me planteó ir fuera, a Cuenca. Acepté, me salió más o menos bien y aquí sigo.

-¿Fue siempre un futbolista tan físico?

-Siempre he jugado por detrás del delantero, como segundo punta. Cuando empecé en Segunda me pusieron en el doble pivote, incluso jugando por banda. Físicamente siempre he andado bastante bien. Tampoco es que sea un jugador de mucha calidad, así que tengo que aprovechar las virtudes que tengo.

-¿Con qué esquema jugaría su equipo si pudiera elegir?

-Me gusta mucho el sistema que permita entrar con gente desde segunda línea, porque yo juego por ahí. Muchas veces se sorprende más jugando con un delantero que con dos.

-¿Y en qué puesto se colocaría?

-Por detrás del delantero, ya sea con un media punta o con dos, jugando un 4-1-4-1, como alguna vez hemos hecho esta temporada. También me gusta jugar con dos delanteros, porque tienes mucha presencia arriba. En realidad no tengo un esquema definido como favorito.

-¿Cómo es Fabri?

-Es un enfermo del fútbol. Le gusta mucho, vive para ello, está toda la semana espiando al rival, haciendo cosas para poder contrarrestar sus virtudes y aprovechar sus carencias. Vive totalmente para su profesión.

-¿Y Pina?

-Lo poco que lo conozco es un tío que va de frente, de cara, todo lo que dice lo cumple, nunca habla a las espaldas, siempre a la cara. A día de hoy, tal y como están las cosas, es algo que es de agradecer.

-¿Por qué tiene tan mala fama el fútbol directo?

-Porque igual no es atractivo, pero es una forma de jugar que en muchas situaciones te saca de apuros, muchos técnicos muy entendidos piensan que es la mejor manera para no perder partidos y sacar puntos. Es una opción muy respetable.

-Qué porcentaje de importancia cree que tiene en el resultado de un partido la labor de los futbolistas y la del entrenador?

-La mayor parte de culpa de todo, para bien y para mal, la tienen los futbolistas. Puede ser un 80/20. Por muy bueno que sea el entrenador si no tiene mimbres no va a poder hacer gran cosa. Y al revés, una plantilla de futbolistas muy buenos no hacen nada si tienen un entrenador malo.

-¿Será entrenador algún día, le atrae la idea?

-Para nada, no creo que valga.

-¿Qué virtud considera que le falta para poder sentarse en un banquillo?

-Me falta un poco de carácter, de mala leche. Me costaría bastante hacer un once, dejar a gente fuera que esté trabajando bien y poder elegir sólo a once. Es muy complicado.

-Defina con una palabra a sus compañeros en la línea medular.

-Óscar Pérez: completo. Kitoko: versátil, porque vale para todo. Bergantiños: tácticamente perfecto. Abel Gómez: calidad. Jonathan Granada: inteligencia.

-¿Desde cuándo no vivía un ambiente como el del pasado domingo?

-Ambiente bonito de fútbol en Huesca se vivía mucho, pero entran 5000 personas en el estadio y es muy diferente. Jugar como local delante de 16.000 personas nunca lo había experimentado antes. Fue un ambiente espectacular, con la gente a muerte con nosotros desde el primer minuto, se ve que hay mucha ilusión y nosotros esperamos seguir sumando para que siga la ilusión.

-¿No es de los que le tiemblan las piernas ante partidos así?

-No, soy de los que me motivo, tanto en casa como fuera. En casa ni fuera. Cuando estás dentro te olvidas un poco de todo, aunque a algunos les afecta más que a otros. A mí me motiva tanto que haya 16.000 en casa como que haya 30.000 fuera en contra del equipo. Cuanta más gente haya mejor, al final jugamos para eso.

-¿Hasta dónde puede llegar el equipo?

-Hay que ir paso a paso, se puede aspirar a cosas importantes, porque hay muy buenos futbolistas en la plantilla. Si cogemos una dinámica buena, quién sabe, ojalá nos podamos meter a luchar por arriba, pero hace cinco semanas se ponía en duda la salvación del equipo. No éramos tan malos antes ni tenemos que sacar pecho ahora. Cuando pierdes algunos partidos todo se complica.

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