El Vandalia y el Monachil se jugaban mucho pues ambos están en la zona media. Los jugadores saltaron al terreno de juego sabiendo que se jugaban tres puntos importantes, al menos para mantener controlado al otro rival. Sin embargo, se controlaron en exceso, pues la tónica fue la igualdad absoluta, ya que no existió una mínima superioridad (0-0).

De la primera parte poco que destacar. A los de Marcos Rubiño le anularon un gol en el 1' por fuera de juego y en el 38' Óscar, para los azulgranas, estrelló un balón en el larguero. El resto de la primera parte fue un tuya-mía, en el que los jugadores de ambos equipos tenían bastantes problemas para construir ocasiones de peligro claro. Más bien, jugaron tácticamente, intentando controlar el esférico, pero los dos erraban mucho y ninguno aprovechaba dichos fallos.

La segunda mitad fue más de lo mismo, el partido estaba roto y el balón no tenía dueño. Sí es cierto que las zagas hicieron su trabajo, pero los delanteros no estuvieron finos en ningún momento. Es de destacar que el Vandalia se encontró en inferioridad numérica toda la segunda mitad, pero no se notó para nada la ausencia de Gabri.

El juego siempre se iniciaba desde la portería, pero en medio campo había problemas de movilidad. Por tanto, un partido un tanto aburrido, sin ocasiones y con un centrocampismo claramente evidenciado. Justo reparto de puntos, sin merecimiento de más.