Baloncesto l NBA

Las alcachofas de Sant Boi

  • Un estratosférico Pau Gasol aumenta su leyenda en el mejor arranque de temporada de los Lakers · Más fresco y físico que nunca y líder de la Liga en eficiencia el jugador catalán amortiza su descanso veraniego

Decía Andrés Montes que las alcachofas de Sant Boi son mágicas. Que en ellas reside el secreto de los Gasol. Habrá que preguntarle al jefe de cocina de los Lakers si Pau ha exportado a Los Ángeles los manjares de la huerta del Llobregat porque lo de este chico no es normal. Una vez más Pau Gasol vuelve a sorprendernos. El catalán protagoniza su mejor arranque de temporada como profesional, lidera (sí, lidera) a pesar de su amigo Kobe Bryant el tremendo inicio de los vigentes campeones. Infunde, aún más, un impacto en el juego nunca antes visto. Una frescura y un dominio despampanantes.

Paw se echado a la espalda a los Lakers en el comienzo de curso. Tras las dos primeras semanas de competición se ha colgado un entorchado de jugador de la semana en el Oeste, ha cosechado un triple-doble, comanda el ránking de eficiencia de la Liga y se ha lanzado tercero en el top ten de la carrera hacia el MVP. Dicho de golpe asusta.

Nadie duda a estas alturas de la figura de Pau Gasol en el basket mundial. En Estados Unidos es una eminencia además de un símbolo para los millones de latinos que viven al otro lado del charco. Pau es imagen de Unicef y del programa benéfico NBA cares. Se postula para entrar en el cuadro de honor de los Lakers y para que dentro de varios años su número '16' cuelgue del techo del Staples Center junto al de Kobe, Magic, Jabbar, West...

Tras un verano de revuelo, de sobredosis de Lebron James, las dudas se agolpaban sobre el doble vigente campeón. ¿Demasiado viejos? ¿Sin motivación? ¿Miami no tendrá rival? cuestiones muy del gusto de los yanquis, la mayoría ya disipadas. Ni los Lakers están viejos, ni están faltos de hambre ni los Heat van a ganar 72 partidos. Los de oro y púrpura han comenzado con ocho victorias consecutivas igualando el mejor arranque histórico de la franquicia, el de 1997. La madrugada del pasado jueves Carmelo Anthony acabó con la racha en Denver.

Lo sorprendente del apabullante inicio del campeón es que Pau ha dado un paso al frente más. Ha entrado en una nueva dimensión que le permite pelear por todo a nivel también individual. Y todo gracias a una decisión tan dolorosa como acertada. El catalán ha demostrado lo importante que puede ser un verano sabático. Tras acabar fundido el último curso Pau renunció al Mundial por salud. Su físico estaba a punto de romperse tras más de cien partidos y una final encarnizada. Tras varios veranos sin parar Gasol hizo lo correcto, descansó y ahora parece una bestia parda sobre el parqué.

Números de supercrack: 22,7 puntos (sólo Kobe anota más que él en el equipo) 11,8 rebotes y 4,4 asistencias en 38,4 minutos. Es el que más juega, el que más rebotea y -ojo- el que más asiste. Esta última faceta ha devuelto a los Lakers, por momentos, al showtime de los 80 de Magic Johnson, Worthy y Jabbar. Aunque sólo sea por momentos.

Pau es el tipo más valorado en cuanto eficiencia en la NBA. Lo que en la ACB viene a ser el MVP. Su presencia en cancha se traduce en guarismos positivos siempre. Pero en Estados Unidos el MVP se vende por otros derroteros: los números, el tirón del jugador y sobre todo el récord del equipo. Y esta temporada Gasol cuadra en todo. En la última lista de la carrera al MVP el ala-pívot figura el tercero, sólo superado por Deron Williams, base de los Jazz, y Chris Paul, el superhéroe de los invictos Honetts. ET (uno de los muchos apodos que Montes acuñó) encesta un escalofriante 52,9 % de sus tiros de campo y eso allí gusta mucho.

Libretas a parte, a Gasol se le ve más fresco y maduro que nunca. Durante los meses de playa no sólo se dedicó a dormir y a viajar en sus campañas promocionales, el de Sant Boi se puso en manos de Joaquín Juan, su fisio personal. Sesiones de entrenamiento con más de 600 tiros diarios y mucho gimnasio. Está más cachas que nunca. Los Lakers le aconsejaron sacrificar algo de explosividad para ganar contundencia. Dicho y hecho. El objetivo, claramente, va enfocado hacia la pelea en la pintura en los play off con Howard, O'Neal, Garnett y compañía.

El entusiasmo de Pau se plasma además en un equipo que vive en perfecta comunión. Los Lakers, además, cuentan este año con un arsenal más amplio, una segunda unidad de mayor garantía. Y todo a pesar de las rodillas de Bynum, quien, por cierto, espera volver para acción de gracias. Con este panorama se antoja harto difícil encontrar oposición para la sociedad de Kobe y Pau.

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