El tren de la Costa: una historia de 147 años

COrredor ferroviario Más de un siglo esperando el tren

A estas horas no se sabe ni siquiera si la conexión ferroviaria ese viable o no, pero el último informe de Madrid no es positivo

1. Esta es la estampa que ofrecía el Puerto de Motril en el año 1915.  2. La llegada de vagonetas al Puerto de Motril. 3. La actividad industrial en el varadero en el primer tercio del siglo XX.
1. Esta es la estampa que ofrecía el Puerto de Motril en el año 1915. 2. La llegada de vagonetas al Puerto de Motril. 3. La actividad industrial en el varadero en el primer tercio del siglo XX.
Nacho Martín / Motril

03 de julio 2011 - 01:00

Varias generaciones de habitantes de la Costa han tenido la ilusión de un corredor ferroviario que debió llegar a la comarca hace más de un siglo para transportar las mercancías de las empresas productoras de la zona y, en especial, del Puerto de Motril. Este último es el único de interés general de España que no está conectado por tren (ni por autovía), una carencia que limita su desarrollo y el de la zona.

A estas alturas, no se sabe ni siquiera si la conexión ferroviaria es viable o no. Una vez que la conexión entre Granada y Motril se haya 'atascado' con un estudio de viabilidad que nunca se ha presentado, las esperanzas estaban puestas en el Corredor Ferroviario del Mediterráneo, un proyecto serio que parecía que iba avanzando en España y Europa. Lo último que ha comunicado FERRMED, el lobby que impulsa esta ambiciosa empresa, es que Madrid no ha incluido en el informe de la Dirección General de Transportes de la Comisión Europea el corredor en toda su extensión (por todo el arco mediterráneo hasta Algeciras). Ya venía anunciando desde hacía meses que temía que se quedara en Almería. Ahora parece que la situación aún es peor y que ni siquiera llegará hasta aquí, ya que puede desviarse desde Valencia por Madrid.

Aunque Fomento sigue insistiendo en que se respetará todo lo que prometió José Blanco de que estará listo hasta Algeciras en distintas fases hasta 2020, parece que no hay inversiones encima de la mesa, por lo que Europa tampoco va a poner los euros necesarios, que al fin y al cabo es lo que decide su futuro. Si las cosas son finalmente así, poco importa que no se haya cumplido una promesa más que hizo Blanco cuando presentó el proyecto del Corredor Mediterráneo y es que en el primer semestre del año se licitaría un estudio de viabilidad para saber el trazado por el litoral granadino, dibujado en varias ocasiones en puntos suspensivos como "en estudio", algo que la Costa interpretó como dejarlo fuera y el PSOE como de "buena noticia", porque el hecho de estar en estudio significaba que iba para adelante.

Lo peor es que todo esto es el último capítulo de una historia que arranca hace 147 años. En 1864 una comisión redacta un anteproyecto al Plan de Ferrocarriles. Se propone la construcción de dos líneas: Granada-Murcia y Granada-Motril. Esta última fue desestimada porque "el desarrollo comercial que se produjera en la zona no justificaría el importante desembolso en la construcción del ferrocarril y del puerto". Este argumento ha sido utilizado en más de un despacho, siglo y medio después.

En 1886, la Cámara de Comercio fue la primera en reivindicarlo. Lo más parecido al anhelado tren que conectaría Granada con Motril se puso en funcionamiento el 10 de febrero de 1923, cuando quedó inauguro el tranvía entre la capital y Padul.

El 21 de agosto de 1908 era inaugurado el ferrocarril que permitía la construcción del Puerto de Motril, al comunicar la rada del Varadero con la cantera del Cerro del Toro. Aquel hecho fue celebrado con coches abarrotados de viajeros que no querían perderse aquella histórica ocasión, ya que se trataba del primer y único tren que ha circulado por tierras motrileñas.

En 1908 incluso se publicaron las bases del concurso para el ferrocarril estratégico de Torre del Mar a Murcia. En uno de sus tramos coincidía con las intenciones de la compañía Schneider de establecer un ferrocarril minero entre las minas del Conjuro y la playa de Calahonda.

A finales de 1924, Tranvías Eléctricos lanzó la idea de tender un cable aéreo de Dúrcal a Motril para transportar mercancías. El proyecto llegó a materializarse, puesto que era más barato que el ferrocarril. Empezó a funcionar en 1927. Poco después, el cable quedaba definitivamente paralizado y volvía a hablarse de nuevo de la urgencia de contar con el tren.

En la publicación El litoral granadino, de 1926, se recoge: "El problema de las comunicaciones de una comarca guarda tan íntima relación con el proceso de su desenvolvimiento económico (…) "La carencia de una vía férrea restringe forzosamente la potencialidad productiva de la zona. (…) Hoy, cuando el mundo entero se debate en la lucha de intereses que exige a la ciencia sus últimas invenciones, para producir con mayor celeridad y economía, en los pueblos de la costa granadina los transportes se efectúan utilizando los camiones y el medio casi primitivo de los carros".

En 1927 surgió la iniciativa Asamblea de Jaén, que agrupó a fuerzas sociales y económicas de Granada y Jaén para presionar a la administración central para que construyera un ferrocarril directo Granada-Jaén y que se prolongara hasta Motril. No consiguió despertar el más mínimo interés en el Gobierno de Primo de Rivera.

En 1928 el Consejo Superior de Ferrocarriles sostenía que "la riquísima zona de Granada había quedado en condiciones defectuosas de enlace con el centro de España". Para ello, había que poner en marcha una línea con Jaén, que venía figurando en planes anteriores desde 1870, "facultando el enlace a Motril, cuyo puerto sería el más cercano a Madrid y el de mayor aproximación a la zona de influencia española en Marruecos".

En 1949 se estuvo más cerca e incluso llegó a haber un proyecto y el anuncio del inicio de las obras, que nunca vieron la luz. La Cámara de Comercio de Motril insistía en que el ferrocarril era "una necesidad palmaria" para potenciar el Puerto de la ciudad.

En 1999, José Rodríguez Tabasco, presidente de la Diputación, reverdecía la reivindicación. Estaba convencido de la viabilidad de un estudio que permitiría viajar de la Vega a la Costa en tan sólo 40 minutos. El coste del proyecto alcanzaría los 70.000 millones de las antiguas pesetas.

En 2006 se incluyó en el POTA la conexión Jaén-Granada-Motril. También en el PISTA 2007-2013. El 4 de marzo de 2009, la empresa pública Ferrocarriles de Andalucía adjudicó a la firma Ineco el contrato para determinar las soluciones de conexión ferroviaria con el Puerto. El trabajo encargado estaba valorado en 434.000 euros, frente a los 700.000 presupuestados en 2006. El plazo de ejecución era de un año.

El PEIT (Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes) 2005-2020 sí contempla la conexión de la Costa en el Corredor Mediterráneo.

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