La situación no es nueva. La aplastante mayoría absoluta que ejerce el Partido Popular en el Ayuntamiento de Granada no da tregua a los partidos minoritarios. El equipo de Gobierno hostiga en cada votación a la oposición, logrando que no salga adelante prácticamente ninguna de sus grandes propuestas.

Ese fue el hilo conductor del primer pleno después del 22-M, que transcurrió sin demasiadas sorpresas y en el que se desestimó la petición conjunta del Partido Socialista e Izquierda Unida de mantener abierta la Biblioteca Municipal de la Plaza de las Palomas, en el barrio del Zaidín.

El anuncio del cierre del equipamiento cultural para reubicar allí al grupo municipal de Coros y Danzas ha generado tal malestar en el barrio que el debate de esta moción provocó el momento más tenso del pleno, cuando tuvo que intervenir la Policía Local para expulsar a dos ciudadanos que increparon al PP por privarlos del derecho a acceder a la cultura tras la votación de la propuesta. Con 12 votos a favor y 15 en contra, finalmente se desestimó la posibilidad de darle continuidad a la biblioteca.

Con los espontáneos en la calle, pero la voz de una treintena de personas apostados a las puertas del Consistorio marcando el ritmo del debate, la oposición se cargó de argumentos que apostaban por no mermar los recursos culturales de un distrito como el Zaidín, hasta el punto de que la concejal de Unión Progreso y Democracia, Mayte Olalla, arrancó una ovación al público. "Ustedes proponen que los niños se vayan a la calle. La austeridad está bien, pero hay que usar el dinero con cabeza y la cultura es prioritaria", sentenció. "Estamos aplicando el presupuesto de la manera más eficiente posible", se justificó Juan García Montero, concejal de cultura.