El anuncio del cierre de la biblioteca de Zaidín, ubicada en la Plaza de las Palomas, ha provocado la rotunda negativa de los vecinos de la zona, que han creado una plataforma para pedir que se mantenga abierta. La biblioteca, que se inauguró en el año 1990, cerrará sus puertas para convertirse en la sede del grupo municipal de coros y danzas, y las 2.000 personas que la frecuentan mensualmente tendrán que trasladarse a la nueva biblioteca Francisco Ayala, situada en el otro extremo del distrito granadino.

Es por ello que durante la jornada de ayer se celebraron varios actos en la plaza en la que se encuentra la biblioteca en forma de protesta que consiguieron congregar a medio centenar de personas. Los vecinos afectados hicieron una bicicletada a lo largo de la tarde, que consistió en un circuito de una hora de duración en bicicleta por todo el barrio al grito de "No al cierre de la biblioteca". A las ocho de la tarde finalizó esta parte del acto y se procedió a la lectura de varios textos relacionados con la temática literaria para ensalzar los valores de la narrativa. Además, la plataforma No al cierre de la biblioteca del Zaidín recogió firmas durante todo el día y aseguró que estas reivindicaciones se prolongarán a lo largo de todo el verano.

El grupo de Mujeres por la Cultura del Zaidín participó en la lectura compartiendo con los asistentes una parte del manifiesto que Federico García Lorca escribió con motivo de la inauguración de la biblioteca de Fuentevaqueros. La profesora de Lengua y Literatura de este grupo, María Sánchez, declaró estar "dispuesta a lo que sea para evitar el cierre".

Mari Ángeles Jiménez, jefa de la Unidad de Bibliotecas, ha recibido constantes muestras de apoyo de vecinos y asociaciones, pero también el de algunos escritores que han enviado cartas de protesta por el cierre de este centro. Entre ellos está el autor Jordi Sierra I Fabra, ganador del Premio Nacional de literatura Infantil y Juvenil y muy popular entre los lectores adolescentes. Sierra I Fabra explicaba en su carta que "como escritor, y persona que ha pasado por Las Palomas a lo largo de mi vida profesional, ruego a quien corresponda que no mate un poco más la cultura en un país que tan necesitado está de ella".

La escritora asturiana Blanca Álvarez también se ha sumado a esta petición con un emotivo texto en el que narra lo siguiente: "Quemar un libro es quemar parte del mejor espíritu del hombre. Cerrar una biblioteca, es trancar una puerta a la dignidad, la libertad y el futuro. Si, además, se cierra en un barrio que camina por una fina cuerda sobre la exclusión de cualquier legado, es un crimen."

La biblioteca de Las Palomas está situada en una zona especialmente conflictiva dentro del barrio del Zaidín y lleva años prestando sus servicios a los centros educativos del barrio para realizar diversas actividades como talleres de lectura destinados a iniciar en la cultura a los más pequeños. Gran parte de los usuarios son gente mayor a la que le es muy difícil desplazarse hasta la nueva biblioteca, así como familias con bajos recursos cuyos hijos pueden disfrutar del acceso gratuito a la cultura, según señalan desde la plataforma que han constituido los vecinos en contra del cierre de estas instalaciones.