Todas las personas conocen los efectos beneficiosos que tiene para el organismo hacer ejercicio físico. Sin embargo, la mayoría de las veces, no se realiza por falta de tiempo y la tendencia a la comodidad que está generalizada en la sociedad actual. De hecho, normalmente, se prefiere coger un autobús en vez de ir andando al trabajo o subir en ascensor en vez de por las escaleras.

Muchas horas delante del ordenador o en la oficina, sin apenas tiempo para ir ni siquiera a la compra. Un ritmo acelerado con pequeños ratos libres que se utilizan para el descanso y en definitiva, una vida sedentaria que resta años de vida y provoca un fuerte estrés.

¿Cómo vencer esta dinámica? No hay que buscar más. El mejor método para combatir las consecuencias de la inactividad es caminar a buen ritmo (100 pasos por minuto). De esta forma, se pasa la ITV a los pulmones y al corazón y se pondrán a punto poco a poco para que estén preparados para los achaques del futuro. Así se evitarán en mayor medida algunas enfermedades cardiovasculares y se afrontarán mejor los nervios que se acumulan tras la jornada diaria.

Porque no siempre las secuelas de una vida sedentaria aparecen cuando uno llega a la vejez. Los jóvenes, tiene cada vez más problemas de espalda al estar muchas horas estudiando, las chicas se quejan más de las varices que les salen en las piernas debido a una mala circulación y se producen cada vez más contusiones musculares que son fruto de haber hecho un movimiento al que el cuerpo no está acostumbrado.

El organismo se queja a su manera cuando se maltrata y grita cuando se siente entumecido. Y eso, a la larga, pasa factura. "Hoy en la consulta he atendido a unas cuarenta personas, a veinte por problemas de sobrepeso, a unos diez diabéticos, a diez hipertensos y a varias mujeres que vienen preocupadas por las varices que ahora en verano con el calor suelen verse más al dilatarse las venas. Todos estos problemas podrían mejorarse y prevenirse en mayor medida con una buena actividad física", afirma el médico de familia, Manuel Moreno.

Vencer la mecánica de estar 24 horas sentados en una silla, puede resultar difícil al principio, pero si es por falta de tiempo no se preocupe porque un estudio taiwanés ha revelado que con quince minutos de ejercicio suave al día, como caminar, se obtienen grandes beneficios. La investigación, realizada a 416.000 individuos estudiados entre 1996 y 2008, no se queda sólo en advertir algo que a todos nos parece obvio, sino que va más allá y puntualiza que andar quince minutos al día, supondría un 14% menos de mortalidad y tres años de vida ganados. Como ven, no se trata de matarse en el gimnasio, sino de incorporar el simple hecho de mover las piernas, a la rutina diaria. "La inactividad puede conllevar diferentes enfermedades que derivan en patologías del corazón o de la cabeza. Además, si no hacemos ejercicio, seremos más propensos en el futuro a sufrir un infarto", afirma Moreno.

Los médicos recomiendan caminar cinco veces a la semana una media de cuarenta minutos cada día. "La verdad es que por debajo de este tiempo el deporte no es efectivo. Pero tampoco se puede hacer de cualquier manera. Hay que andar rápido, con marcha, no como si estuvieras viendo escaparates, porque pasear no sirve. Tampoco se puede hacer de cualquier manera, sino con zapato y ropa cómoda", añade. Y es que si pretendes incorporar a la rutina diaria estos quince minutos, no se debe pensar en ir a trabajar con un tacón de diez centímetros de alto porque la espalda se resentiría, tampoco llevar vaqueros muy ceñidos que impidan un correcto flujo de la sangre. " Un tacón muy elevado perjudica los pies y la columna vertebral y la ropa excesivamente ajustada favorece infecciones urinarias, irritaciones en la piel tras la depilación y por supuesto, las varices, a las que también les perjudica mucho el tabaco", puntualiza Moreno.

Tal vez, ya se hayan encontrado motivos más que suficientes para hacer algo tan sencillo y barato como caminar, que además de mantener el organismo en plena forma, hará que se guarde la línea. No se trata sólo de estar a dieta, sino de comer de una forma equilibrada y mover el esqueleto. Pero hay más razones para hacer ejercicio, ya que éste, estimula una sustancia química llamada endorfina que es muy satisfactoria para la salud. "A nivel fisiológico se liberan unas sustancias químicas, como las endorfinas y la adrenalina con las que combatimos el estrés y la ansiedad acumulada. Además, las endorfinas hacen que nos sintamos bien y nos enganchemos al deporte. Son sustancias placenteras que hacen que queramos repetir esa situación", advierte el médico de familia.

De todas formas, tanto si quiere coger un poco de fondo caminando, como si quiere quemar grasa, no se puede pegar un "atracón el primer día" porque lo más probable es que padezca enormes agujetas y acabe con la lengua fuera en cuanto termine la actividad. "Para arrancarse, es necesario que nos marquemos una pauta, como andar durante 20 minutos. Al principio se recomienda ir iniciándose poco a poco, cada vez más tiempo y más rápido y si va acompañado de una persona, mejor, porque se animará más. Desde el inicio hay que empezar con niveles que podamos soportar", indica Moreno.

Pero, ¿cuándo deja uno de ser una persona sedentaria? ¿Cuánto hay que caminar para que empiece a considerarse ejercicio físico? Esta pregunta también tiene una cifra mesurable que permite conocer en qué momento se ha abandonado la inactividad. Para ello, se debe tener esta referencia: al menos hay que dar al día 10.000 pasos diarios, que son unos ocho kilómetros, según un estudio australiano publicado en el prestigioso British Medical Journal.

Un plan de trabajo que se puede modificar dependiendo de la edad, y sobre todo, de la forma física de cada persona. Si se tienen entre 30 a 40 años y se es una persona inactiva se puede empezar practicando actividades dinámicas como nadar, correr o patinar. Sin embargo, si ya se han alcanzado los 40 años, camino de los 50, se recomienda optar por actividades que se realicen al aire libre como senderismo o montar en bicicleta. De esta forma, se podrá desconectar mejor de un duro día de trabajo entre cuatro paredes.

Estos son algunos de los trucos para mover el esqueleto y que permitirán que en un futuro, la maquinaria continúe funcionando, engrasada y en plena forma.