La imagen desoladora de las obras del Metropolitano sin apenas trabajadores tienen -ahora parece que de verdad- los días contados. El Consejo de Gobierno de ayer autorizó a la Sociedad del Metro de Granada la concesión de un aval de la Junta de Andalucía para formalizar un préstamo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) de 130 millones de euros, la mitad de una operación que alcanzará un máximo de 260 millones.

Es la noticia que esperaba todo el mundo, ya que con esta cantidad se cubre el presupuesto total de la infraestructura (502 millones de euros), que está llamada a cambiar la movilidad del Área Metropolitana.

El préstamo tiene un plazo de 25 años y 5 de carencia. Ese es el medio-largo plazo, el corto es pagar lo que se debe a los constructores, intensificar el ritmo de obras y concluir durante este año las actuaciones en superficie para que los ciudadanos y comerciantes recuperen la calle y para que el tráfico rodado se restablezca de una vez.

Una vez que el Consejo de Gobierno dio luz verde ayer a esta operación, queda firmar el préstamo con el BEI esta misma semana, incluso podría ser hoy mismo. La previsión es que la Junta disponga del dinero el martes que viene y al día siguiente ya comenzaría a transferir el efectivo para saldar las deudas con las empresas correspondientes al año pasado y lo poco que lleva de 2012. La fluidez permitirá a las constructoras reincorporar a los obreros de los que fue prescindiendo conforme la administración dejó de pagarles. En octubre, las UTEs (Unión Temporal de Empresas) aseguraron que habían tenido que despedir al 90% (900) de sus empleados por los impagos. Hablaron de una situación de insuficiencia financiera.

Las obras a pleno rendimiento (más de 8 millones de euros en certificaciones mensuales) se verán en un periodo de dos a cuatro semanas. La Consejería de Obras Públicas ha invertido desde el inicio de las obras, en abril de 2007, y hasta el 31 de diciembre del año pasado 241 millones de euros.

Los comerciantes y los vecinos afectados por las obras confían en que este paso se traduzca que las vías públicas comiencen a recuperar ya su aspecto normal. La consejera de Obras Públicas y Vivienda, Josefina Cruz, tiene previsto mantener esta misma tarde en la sede provincial del PSOE una reunión con algunos colectivos afectados.

También la Junta de Andalucía confía en que el dinero que está al caer sirva para limar las diferencias que mantiene con el Ayuntamiento. A finales de enero, la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, volvió a exigir a la Consejería de Obras Públicas que en el plazo de un mes arregle, avale o pague las más de 150 calles que tiene levantadas en Granada por las obras del Metro. "Si no es así, nos veremos obligados a recurrir a los tribunales porque esta situación no hay quien la aguante más". Apuntó que los daños que están causando los trabajos superaban ya los seis millones de euros, aunque temió que ya sean superiores porque el inventario de las calles se llevó a cabo el pasado verano.

La Junta explicó que el trazado subterráneo, por las zonas de Camino de Ronda y la Avenida de América, concentra ahora el grueso de las obras. El horizonte que maneja ahora la Sociedad del Metro de Granada es que la instalación esté preparada para el cuarto trimestre de 2013, cuando en los planes iniciales se habló de este mismo año.

Obras Públicas informó ayer que los trabajos de infraestructura, montaje de vía e integración urbana ya han concluido en los tramos extremos que conectan Albolote, Maracena y Armilla con la capital. Paralelamente, también se trabaja en la implantación de los sistemas de electrificación, señalización, seguridad y comunicaciones, así como la construcción de los talleres y cocheras y en la fabricación de los trenes.

A mediados de diciembre, la Sociedad del Metro estimó que la obra civil estaba ejecutada en un 74% y la electrificación y los sistemas, en un 20%. El total del recorrido es de 15,9 kilómetros (el 83% en superficie) y a su paso se encontrará con 26 estaciones. La población servida (residente a menos de 500 metros de una estación) será de 110.000 personas y se espera que en su primer año de explotación comercial tenga una demanda de 12 millones de viajeros.

Esta infraestructura nace con la intención de modificar los hábitos de los transportes para desahogar a la capital de vehículos y mejorar y agilizar la conexión con el Área Metropolitana. Así, su velocidad máxima será de 70 kilómetros por hora -50 en los tramos en superficie- y la comercial -media incluyendo paradas- se situará entre los 20 y los 28. Permitirá completar los trayectos en tiempos competitivos frente al vehículo privado: 7 minutos entre Albolote y Maracena; 5 entre Maracena y Granada; 11 entre Albolote y Granada, y 20 entre Armilla y Granada.