Un joven de treinta años y de nacionalidad inglesa falleció ayer en el incendio causado por la mala combustión de aparato de calefacción en un piso de la Avenida de América en el barrio del Zaidín. Según la investigación realizada por la Policía Nacional, al parecer el chico, que vivía habitualmente en Restábal, estaba pasando unos días en la capital en este piso, propiedad de un amigo que en el momento del incendio estaba fuera de Granada.

Los hechos comenzaron sobre las 09:00 horas cuando los vecinos alertaron de un incendio de grandes dimensiones en la octava planta del número 48 de la Avenida de América. "Vi las llamas y llamé a los bomberos, que no sabían nada todavía. Vinieron muy rápido", relató un vecino de la zona que fue el que dio aviso del suceso. Grandes llamaradas salían por el balcón y una de las ventanas del piso, lo que alertó a los vecinos del propio bloque, que comenzaron a abandonar sus casas. Después llegaron los Bomberos, Policía Local, Policía Nacional y 061.

Los Bomberos tuvieron que tirar la puerta, que estaba cerrada, para acceder al inmueble. Entonces vieron el cuerpo de una persona en el pasillo de la vivienda, a unos dos metros de la puerta, según relataron fuentes de los Bomberos a este periódico. En ese momento sacaron al joven, que ya estaba en paro cardiaco, al rellano de la planta, donde comenzaron a realizarle una reanimación cardiopulmonar que posteriormente siguieron los sanitarios durante aproximadamente una hora. Finalmente se verificó la muerte del joven, que se habría producido por inhalación de humo. El cuerpo, debido al fuego, estaba calcinado.

Los bomberos, que trasladaron hasta el lugar a 11 efectivos con dos vehículos bomba, una autoescala y dos coches pequeños, sofocaron las llamas del piso, que afectaron a todo el inmueble menos a una habitación.

Mientras, fue necesario el desalojo de algunos vecinos, que al poco tiempo pudieron volver a sus domicilios al comprobar que las llamas no habían afectado a otros inmuebles y tras realizar una labor de ventilación preventiva para evitar intoxicaciones por el humo y el fuerte olor a quemado.

En un principio se barajó que la víctima fuera el inquilino habitual del piso, pero varios allegados -entre ellos, según informan, su propia novia- confirmaron a la Policía Nacional, que se hizo cargo de la investigación, de que este se encontraba fuera de Granada -concretamente en Madrid- y que había dejado el piso durante el fin de semana o unos días a este joven inglés que habitualmente residía en Restábal, en la zona del Valle de Lecrín, según fuentes policiales.

La Policía Científica tomó muestras del interior de la vivienda y una vez que el forense llegó al domicilio se pudo hacer el levantamiento del cadáver, que fue conducido hasta el Instituto de Medicina Legal para hacerle la autopsia protocolaria en estos casos y que vendrá a confirmar las causas de la muerte, que se considera accidental ya que no se aprecian otros indicios en el escenario, y la identidad del joven. Ahora, la Policía tendrá que continuar la investigación y ya será labor judicial la localización de la familia del joven si es que estaba solo en Granada y su posible repatriación.

El fuego causó una gran expectación entre los vecinos, muy asustados por las dimensiones de las llamas. Según algunos testigos, hubo residentes que abrieron las ventanas y tuvieron que ser otras personas de los bloques de enfrente los que les aconsejaron cerrarlas y bajar a la calle ante una posible propagación del fuego por otros pisos. No obstante, la rápida actuación de los Bomberos evitó una afectación mayor del bloque.

Pronto, la gente comenzó a especular sobre la identidad del fallecido, dónde se encontraba y el origen del fuego, que parece claro que fue un aparato de calefacción (estufa o brasero) que podría haber dejado encendido por el frío que hace estos días.

De hecho, desde el centro de emergencias 112 confirmaron ayer que en invierno y sobre todo con olas de frío como estas, las llamadas alertando sobre pequeños fuegos o sucesos relacionados con braseros o estufas pasan de ser del sexto motivo de llamadas a emergencias, a el cuarto.