Viene a dar las gracias, a mostrar su reconocimiento a la labor que realizan más de 4.000 voluntarios en la provincia de Granada, a responder a las preguntas de 300 estudiantes de ESO y Bachillerato, a dar algunas claves de cómo se puede ser más humano en la sociedad en la que vivimos y a recaudar fondos para seguir construyendo escuelas en India. Anna Ferrer, la presidenta de la Fundación Vicente Ferrer, culmina el próximo viernes en Granada su primera gira por Andalucía, región que visita para afianzar los proyectos solidarios que lideran instituciones y personas voluntarias en Anantapur.

Anna, originaria de una pequeña localidad de Essex (sureste del Reino Unido), ha contado en varias ocasiones que siendo muy joven emprendió un largo viaje por carretera desde Inglaterra hasta India en compañía de su hermano mayor. Tras instalarse en Bombay y terminar sus estudios, en 1965 comenzó a trabajar como periodista en la revista Current. Fue una entrevista a Vicente Ferrer tres años después la que propició el primer encuentro con este personaje, ya muy popular y polémico en India, porque las autoridades de la región de Maharastra le habían notificado una orden de expulsión del país.

Anna se convirtió muy pronto en uno de los miembros más activos a favor de Vicente Ferrer. Dejó su trabajo de periodista y se afincó en Anantapur durante los meses que Vicente estuvo fuera del país, iniciando una labor clave entre los voluntarios de su causa.

En 1970 Anna y Vicente se casaron y ella asumió el compromiso de luchar por los derechos de las mujeres intocables, por conseguir que fueran valoradas y respetadas. Para ello abordó con la fundación multitud de campañas para la creación en Anantapur de una red sanitaria, prácticamente inexistente en el lugar, y de programas para personas con discapacidad. Vicente Ferrer murió en 2009, fecha en la que Anna pasó a asumir la presidencia de la Fundación y ese mismo año publicó Un pacto de amor. Mi vida junto a Vicente Ferrer (Espasa-Calpe) en el que relata los 40 años de compromiso con las comunidades más discriminadas de India.

La Fundación que ahora lidera nace como ONG en 1969, comprometida con el desarrollo de una de las zonas más pobres del mundo: el estado de Andhra Pradesh de India; y más concretamente con las comunidades excluidas del sistema de castas indio. Con un equipo de 2.500 personas en el terreno (el 99% naturales de Anantapur) desde entonces desarrollan uno de los programas solidarios más ambiciosos del país, que en la actualidad llega a 3.100 pueblos y beneficia a tres millones de personas.

En España la sede central de la Fundación Vicente Ferrer está en Barcelona, pero en Granada, ciudad en la que reside parte de la familia de Vicente Ferrer, se está consolidando una de las redes de voluntarios más importantes.

El profesor del instituto Hermenegildo Lanz, Javier Alonso, es el coordinador de las actividades en la provincia y tiene entre manos uno de los proyectos más bonitos de la Fundación, School to School, que llevará el próximo mes de julio a 35 estudiantes y profesores de Secundaria y Bachillerato a realizar actividades de voluntariado a escuelas de Anantapur. "El objetivo es que recorran el lugar y actúen, la mejor forma de despertar su compromiso con los desfavorecidos", dice Alonso.

Un total de 13 institutos granadinos han incluido entre sus asignaturas de Ciudadanía, de Filosofía o de Geografía e Historia temas de cooperación y solidaridad promovidos por la Fundación Vicente Ferrer. "Más de 300 estudiantes están conociendo las desigualdades sociales que se viven en India y están realizando trabajos que profundizan en esta realidad y plantean formas de cooperación", explica Alonso.

La mayoría de estos jóvenes estarán el próximo viernes en la sede de CajaGranada para presentar a Anna Ferrer sus trabajos relacionados con India y podrán compartir con ella sus dudas y sus inquietudes. Por la tarde, la presidenta de la Fundación dará una conferencia en el Colegio de Arquitectos de Granada, presentada por el alcalde José Hurtado. Y por la noche asistirá a una cena a beneficio de la Fundación en el restaurante La Mamunia de Otura. La asistencia es libre, con un precio por menú de 35 euros, de los que 22 van para el restaurante y 13 para la tercera escuela que se va a construir en Anantapur con la solidaridad de los voluntarios españoles, esta vez para mujeres discapacitadas. Una actuación de la escuela de baile Eva Esquivel y la presencia de Rosa, de Operación Triunfo, servirán de acicate para alimentar el gesto solidario.