Granada

De la Chica y Teresa Jiménez, en las primeras quinielas a consejeros

  • Clara Aguilera está entre las preferidas de Griñán, pero su continuidad dependerá de la negociación · En IU, el único granadino con opciones, aunque pocas, es Morales

PSOE e Izquierda Unida negocian la composición del próximo gobierno autonómico y a estas alturas es muy precipitado augurar si en el mismo habrá presencia granadina. La lógica y la tradición invitan a pensar que así será.

En el anterior llegó a haber cuatro: Teresa Jiménez, que comenzó como consejera de Educación pero fue relevada en la primera remodelación, en abril de 2009, por Mar Moreno; Begoña Álvarez, por quien apostó José Antonio Griñán como responsable de Justicia en abril de 2009 pero que duró sólo once meses en el cargo; Francisco Álvarez de la Chica, que entró en marzo de 2010 como sustituto de Moreno en Educación; y Clara Aguilera, la única que ha estado los cuatro años. Comenzó en Gobernación y de ahí pasó a Agricultura.

De los nombrados, la que menos posibilidades tiene de regresar es Begoña Álvarez. En cuanto a los demás, resumiéndolo mucho, Álvarez de la Chica querría seguir, Griñán quiere que Clara Aguilera continúe y Teresa Jiménez, según personas de su entorno, no vería mal compatibilizar su cargo como secretaria general con una consejería. Aseguran que desde que abandonó Educación tiene esa espinita clavada.

Pero las negociaciones, como se sabe, son a dos bandas. Y es muy probable que los socialistas cedan a IU algunas consejerías. Se habla de tres, por el momento.

Desde Izquierda Unida no ven factible que Mari Carmen Pérez, su diputada por Granada, ocupe un puesto de alta responsabilidad en su primera legislatura. Prefieren que se foguee como parlamentaria.

En cuanto a Manuel Morales, coordinador provincial, la militancia le apoya sin fisuras. De hecho, si por ella hubiera sido él sería quien estuviera ahora en el Parlamento, pero la dirección regional apostó por Pérez en aras de la paridad.

"No está sobre la mesa, no me lo planteo", respondió ayer Manuel Morales cuando se le preguntó qué respondería si le ofrecieran ser consejero, cargo al que podría aspirar aun sin ser diputado.

Tampoco se plantea si tendría que renunciar a su puesto orgánico en caso de que le ofrecieran algo de verdadera entidad (porque, según fuentes del partido, un cargo menor, como una delegación provincial, no le seduce) porque "depende de la compatibilidad". A su juicio, hay puestos que sí se pueden compaginar "si se alimentan mutuamente".

Morales está más en otra tarea: decidir qué compañeros recomienda a la dirección regional de IU cuando le pidan nombres concretos para asumir los cargos políticos y técnicos, algo que, eso lo deja claro, quiere "separar muy bien". Aunque él no adelanta nada más, en el partido no le dan casi ninguna opción a Raúl García, que fue candidato a las generales y a quien se apuntaba como valor en alza. Es posible, apuntan, que su activo papel en la corriente Izquierda Abierta tenga bastante que ver con ese frenazo.

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