Con gran pesadumbre reconocía ayer el director del IES Aynadamar en Granada, José Luis Ruiz, que la convocatoria de huelga en la enseñanza no había tenido el seguimiento esperado. No hace ni dos meses que se habían echado a la calle para protestar contra la reforma laboral del Gobierno central y todavía les duele en sus bolsillos el descuento de entre 80 y 140 euros que les hacen en la nómina por un día de paro. "Creemos que la huelga está justificada, porque la enseñanza pública está seriamente amenazada con los recortes, pero la bajada del sueldo pesa mucho", apuntó.

Ha sido precisamente en los centros de enseñanzas medias donde la jornada de paro convocada a nivel nacional contra los ajustes se vivió de manera más desigual. Los sindicatos convocantes cifraron entre un 24% y un 60% el seguimiento entre los trabajadores (profesores y personal de administración y servicios), pero apuntaban hasta un 90% de ausencias en su alumnado.

La Coordinadora Sindical Estudiantil ha estado informando a los alumnos de los institutos de lo que se les avecina (subida de tasas, menos becas, descenso de la calidad...) y el mensaje ha calado en los adolescentes, aunque la cercanía de los exámenes finales contribuyó a quedarse en casa. 

En los dos extremos opuestos se volvían a encontrar las enseñanzas de Infantil y Primaria y la Superior. La Junta de Andalucía hizo un cálculo de un 25% de maestros en huelga en los colegios, mientras que fuentes de la Universidad de Granada hablaban de un paro total, superando el 90%, en las aulas universitarias.

Los servicios mínimos funcionaron con total normalidad (exigían al menos un miembro del equipo directivo en cada centro) y sólo un pequeño incidente en Salobreñas, donde unos estudiantes denunciaron que un profesor del IES Mediterráneo había golpeado con su coche a dos de ellos al entrar en el recinto del instituto, alteró la normalidad de la jornada.

"Hay centros educativos donde la voz de los sindicatos ha calado más y el activismo de unos ha contagiado al resto", explicaba ayer el representante de CSI.F, Germán Girela, cuyo sindicato cifró en un 40% y un 60% la huelga en Primaria y Secundaria, respectivamente. Fue el caso del colegio de la capital Luis Rosales, que había albergado la noche anterior un encierro nocturno convocado por CCOO para analizar la jornada de protesta. Ayer amaneció vacío: sin 'profes', ni padres, ni niños en sus aulas.

En el IES Hermenegildo Lanz, de 1.740 alumnos sólo habían acudido a clase 20. No así su profesorado, que de 136 docentes únicamente 26 se habían quedado en casa. "La huelga del 29 de marzo ya nos metió un buen viaje a los sueldos", justificaba ayer su director, Raimundo Fornieles.

En la Costa se vivió también una jornada de contrastes. El sindicato ANPE, que cifraba en un 29% el paro en Primaria y un 24% en Secundaria, destacaba el caso de Motril, donde en centros muy próximos, el colegio Reina Fabiola y el Cardenal Belluga (tan sólo separados por una valla), han hecho huelga 27 de los 34 docentes que componen el claustro del primero y sólo 1 de los 33 maestros del segundo. La estimación global de su representante, Manuel Pérez, coincidía con la de la Junta, en torno al 26%.

CCOO y UGT fueron los sindicatos más optimistas. Según sus sondeos, la huelga de enseñanzas no universitarias ha sido secundada por un 50% de los afectados en Granada y en la universitaria por un 90%. Diego Molina, de CCOO, aseguraba que el profesorado había respondido muy bien a la llamada. "Vamos a seguir movilizándonos mañana, tarde y noche si hace falta", decía.

La Universidad de Granada sí que vivió un día de aulas cerradas. El Hospital Real y el Complejo Administrativo Triunfo, donde se centraliza toda la actividad administrativa, estaban completamente paralizados. "Ha sido un éxito total, tanto de profesorado, de personal administrativo y de servicios, como de alumnado", apuntaba a este periódico una de las fuentes universitarias.

Durante los días y las horas previas al inicio de la huelga se habían sucedido los encierros en diversas facultades (Filosofía y Letras, Psicología,...) y colegios, donde profesores, alumnos y padres han debatido cómo afectarán a la calidad de la enseñanza los ajustes gubernamentales.

Para Girela, de CSI.F, ayer era importante dejar claro contra qué se manifestaban los miembros de la comunidad educativa: "nuestra protesta se dirige contra el Gobierno central, por haber sacado adelante un Real Decreto (diciembre de 2012) que está empeorando nuestras condiciones laborales, pero también contra el Gobierno regional, que la primera medida que se le ha ocurrido sacar es un recorte del 5% de las retribuciones a los docentes andaluces".

Temen que la reducción del presupuesto de Educación para 2012 y la aplicación de las medidas que están haciendo las comunidades autónomas se traduzcan en un 30% menos de presupuesto educativo, lo que dará al traste con muchos programas de ayudas, que durante los próximos años no se incorporen al sistema nuevos docentes y que el camino hacia la privatización de la enseñanza no tenga ya vuelta atrás.