en primera persona Reacción del granadino herido en la manifestación frente a las Cortes

"El 25-S dijo no y tembló el Congreso"

  • Ángel Moro se recupera en Granada de las lesiones sufridas el pasado 25 de septiembre en Madrid junto a la Cámara Baja · Pese a su experiencia, tiene claro que seguirá luchando por el derecho a las libertades

Ángel Moro fue el 25 de septiembre a Madrid dentro de la comitiva del 15-M de Granada para participar en la iniciativa 'Toma el Congreso'. Pero no pudo imaginar que la jornada terminaría como lo hizo. Fue golpeado en las cargas policiales, ingresado en el hospital con lesiones y su imagen dio la vuelta al país cuando un fotógrafo captó la escena de Ángel tumbado en plena calle sin poder moverse. Ahora, afortunadamente, se recupera en un hospital granadino desde donde recuerda para este periódico lo que pasó después de unos días en los destrozado psicológicamente.

Su incredulidad por todo lo que ha pasado le lleva a contar pormenorizadamente y casi hora a hora lo que vivió en Madrid desde que la policía comenzó a actuar. "Todo surgió cuando intenté defender a una muchacha a la que estaban pegando. A partir de ahí me apartaron, me dieron patadas y al final me vi tumbado en el suelo sin poder moverme. Una persona se identificó como médico y fue la primera asistencia que recibí. Y a partir de ahí todo un historial", comenta Moro, quien va a interponer demandas contra el centro sanitario madrileño donde fue ingresado "por revelar datos de mi historial y mi vida y por la atención que me prestaron" y por supuesto contra la Policía durante su intervención en el Congreso.

Según Ángel, no recibió la atención sanitaria adecuada en Madrid y prueba de ello es el retraso con el que fue trasladado al hospital. "A las 19:30 llegó el Samur y llegué al 12 de Octubre a las 22:00 horas". También denuncia lo que le costó que lo trasladaran a un hospital de Granada, como era su deseo. "Me daban el alta para irme a mi casa pero yo no estaba bien. Prueba de ello es que estoy en una silla de ruedas", relata señalándose las piernas. De hecho, mantiene que "las pruebas que aquí me han hecho no coinciden con las de Madrid y aportan resultados nuevos que allí no me dijeron", sostiene a la vez que denuncia la "filtración" de datos sobre su historial y su vida privada que asegura sufrió allí. "Han querido silenciar a un hombre que ha luchado por su dignidad y el derecho de las libertades".

Aunque no sabe todavía cuándo va a recibir el alta y con la esperanza de superar las secuelas provocadas, Ángel Moro pronto se pasa del discurso médico a la explicación de su ideología, de sus ideas, de su participación en movimientos sociales como el 15-M y de la realidad política del país. Y es bastante claro. "El 25-S dijo no y tembló el Congreso". Así de contundente se muestra este hombre de 54 años que asegura haber pasado ya por muchos momentos políticos y protestas como para saber que en la actualidad se está consiguiendo dar pasos importantes sociales en detrimento de la actitud política.

Y la derivación política y judicial en la que derivó la iniciativa ciudadana también merece un comentario de Ángel, que asegura que le parece "una vergüenza que el Consejo General del Poder Judicial haya dado la posibilidad de que se están cometiendo irregularidades".

"El 25-S ha conseguido que por fin la voz del pueblo se esté escuchando. No tuvimos grandes éxitos en nuestras pretensiones pero el pueblo se da cuenta de lo que pasa y hay conciencia de que puede haber una revolución", asegura. Lo que a él le motivó a ir a Madrid lo tiene claro: "El 15-M Granada fue al Congreso a decir a los políticos que son unos sinvergüenzas y a que dimitiera el Gobierno en pleno".

Y siempre apunta que la convocatoria era "pacífica". "Ellos tenían que demostrar que podían defender el Congreso pero la más alta representación del pueblo ha quedado en evidencia. El pueblo, la primera gran conquista que ha conseguido es estremecer al Congreso, que tembló, y eso es lo más bonito".

Además, se alegra de que la conciencia sobre estos movimientos sociales haya cambiado. "Ya no somos sólo un grupo criminalizado. Aquí estamos todos. Hay todo tipo de gente y la única manera de callarnos serán las balas. No nos van a parar", dice Moro, que asegura que "el Gobierno está pervirtiendo nuestros derechos a base de decretos" y que "vivimos en una Democracia mal parida. La Democracia de la Constitución es una utopía y no se está haciendo real, por eso pedimos Democracia Real Ya".

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