Granada

Los microcréditos 'siembran' 805 negocios en diez años

  • El programa de microcréditos de CajaGranada ha cumplido diez años Los proyectos financiados han generado hasta la fecha 1.413 puestos de trabajo

Sin avales ni garantías, pero con una idea de negocio de futuro. Estas son las condiciones que los solicitantes deben reunir para acceder a la que sin duda es la línea de financiación más especial de todo el negocio crediticio: los microcréditos, los préstamos solidarios ideados por el economista Muhammad Yunus para luchar contra la pobreza, erradicar la exclusión social y financiera y 'sembrar' un nuevo tejido empresarial. En Granada, este programa de financiación, el más amable de todo el sistema, acaba de cumplir una década de la mano de la Fundación CajaGranada, que adoptó la filosofía de Yunus para hacer de sus préstamos sin avales ni garantías una de las actividades más relevantes de su obra social.

En una década, CajaGranada ha dado alas a la creación de 805 pequeños negocios que sin ese pequeño préstamo con condiciones preferentes difícilmente habrían abierto la persiana. 805 establecimientos que nutren la economía social granadina y que han dado una oportunidad a quienes los solicitaron para asegurarse un modo de vida y, de paso, generar riqueza y empleo para la provincia.

Porque los microcredistas, además de materializar la idea de negocio que durante años les ha rondado la cabeza, se convierten en creadores de empleo y en el soporte económico de sus familias. En estos diez años que CajaGranada lleva concediendo estos préstamos sociales, los negocios nacidos de los microcréditos han generado 1.413 puestos de trabajo y han beneficiado a casi 2.000 personas.

Cecilia López, técnica del programa de Microcréditos de CajaGranada, explica que estos préstamos están pensados para quienes no tienen opciones en el sistema financiero tradicional, pero sí tienen grandes ideas que poner en marcha y, habitualmente, grandes necesidades. "Los microcréditos han permitido que familias enteras salgan adelante", explica la responsable del programa, que aclara que no se le regala nada a los solicitantes ni se les da ninguna subvención, sino que únicamente se les facilita el acceso al mundo financiero. Por ello, no se exigen ni avales ni garantías, sólo una buena idea de negocio, no tener ninguna deuda financiera anterior y mostrar las capacidades necesarias para gestionar el que puede ser el negocio de su vida.

Quienes reúnan las condiciones pueden acceder a uno de los microcréditos que concede la entidad, por un importe máximo de 12.000 euros y con un periodo de devolución de cinco años, con seis meses de carencia (en lo que sólo se pagan intereses, por lo que la cuota es muy reducida) y con un 4% de interés anual fijo. Además, el crédito no tiene comisiones de ningún tipo ni penalización por cancelación parcial o total. "No existe ningún otro préstamo así", indica Cecilia López, que apunta que la única garantía es "que el negocio funcione".

Por sus características, los microcréditos son productos mayoritariamente femeninos. Es decir, que son las mujeres las que más los solicitan y, también, las que más se benefician de ellos. Un 63,2% de los proyectos financiados por CajaGranada en los diez años que lleva concediendo micocréditos son impulsados por mujeres, frente a un 36,7% de hombres. Otra de las características más importantes de los microcréditos es su utilización por parte de ciudadanos extranjeros: el 46,2% de los préstamos solidarios beneficiaron a residentes en España procedentes de países de fuera de la Unión Europea.

Hasta la irrupción de la crisis, el perfil mayoritario tanto de solicitantes como de beneficiarios se correspondía ciudadanos extranjeros. tanto de la UE como de fuera de la comunidad. Sin embargo, con el empeoramiento de la situación económica, este perfil ha cambiado sustancialmente. "Antes la mayoría de los microcredistas eran inmigrantes y, en concreto, mujeres de entre 40 y 55 años con una familia a su cargo. Ahora esto ha dado un giro y la mayoría son españoles, con un perfil claro de mujeres de entre 30 y 40 años sin cargas familiares, trabajadores que quieren dar el salto al mundo emprendedor", indica la técnica del programa de microcréditos, que apunta que muchos de los solicitantes llegan desde los Centros de Apoyo al Desarrollo Empresarial, además del Imfe, la Cruz Roja y de la fundación benéfica Forja XXI.

De hecho, los datos de 2012 son muy significativos. Del total de proyectos presentados, un 41,5% se corresponde con mujeres españolas (la media para este grupo de estos diez últimos años es de un 33,5%). En cuanto a la financiación, el 26,3% de los proyectos que en 2012 han conseguido fondos a través de un microcrédito son de mujeres españoles, una cifra que empata con los proyectos de mujeres extranjeras que han salido adelante.

El perfil del microcredista no es lo único que ha cambiado con la crisis. También se ha reducido drásticamente el nivel de créditos concedidos. En 2002, el año que se puso en marcha el programa, se financiaron 25 proyectos. Esta cifra fue aumentando paulatinamente y en 2008 ya eran 93 los microcredistas de CajaGranada (de un total de 252 solicitudes). A partir de ahí, los datos de préstamos solicitados y concedidos comenzaron a reducirse: en 2009 se financiaron 85 proyectos (de 179 solicitudes); en 2010, 74 (163 peticiones); en 2011, 65 (100 solicitudes); y en 2012, 19 de 82. En este último año es en el que se ha producido el mayor salto cuantitativo, un fenómeno que, según Cecilia López, tiene más que ver con la naturaleza de los proyectos que con la reducción del presupuesto del programa. "En época de bonanza, cualquier negocio podía funcionar medio bien. Ahora en los proyectos que nos llegan no hay tantas iniciativas financiables".

En cualquier caso, CajaGranada continúa con su lucha contra la exclusión, una batalla ajena a la reestructuración del sistema financiero. Cecilia recuerda que la de los microcréditos es una labor muy importante que, en los tiempos que corren, debería ser una referencia de solidaridad y comunidad. Para que una economía salga adelante, hay que incentivar a las capas sociales más bajas. Si no, el país, la ciudad, la comunidad, nunca va a crecer".

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