La crisis económica y los problemas generados por las obras del Metro se han convertido en el principal quebradero de cabeza de los granadinos que residen en la capital. O al menos eso parece si se atiende al balance presentado por el Defensor del Ciudadano en el Ayuntamiento, Manuel Martín. Según los últimos datos presentados, el pasado año se incrementó el número de quejas y protestas en un 42'9% con respecto a 2011; conflictos cuyos principales protagonistas fueron la crisis económica (en el 26% de los casos) y las polémicas obras del transporte metropolitano de Granada (16%).

Según explicó Martín, en la mayoría de los casos los usuarios de este servicio de ayuda al ciudadano acudieron al Defensor por problemas con la hipoteca, el desempleo, la vivienda o "porque no tienen para comer". En segundo lugar se encuentran las obras del Metro, en especial por problemas relacionados con la movilidad en calles como en Camino de Ronda, "donde los vecinos se levantan una mañana y no pueden ni salir del portal", o porque no saben por dónde deben circular con su vehículo debido a que "se ha cambiado el tráfico y no les han avisado previamente", relató.

El resto de las quejas recibidas fueron como consecuencia del mal funcionamiento de las rampas de los autobuses de Rober -ya resuelto, según palabras de Martín-, o por ruidos. También, aunque en un número más reducido, los ciudadanos presentaron problemas por falta de residencias para personas mayores, por multas y sanciones o por la realización de trámites burocráticos. En este sentido, Martín remarcó que hay personas que debido a la dificultad que entrañan algunas gestiones burocráticas no las realizan lo que conlleva incumplimientos o pérdida de subvenciones.

En total, la oficina recibió un total de 2.234 casos, de los cuales se expedientaron 554. En este sentido, Martín matizó que aunque la oficina escucha "todos los conflictos que tienen los ciudadanos", de estas quejas sólo entran a trámite "las que requieren una intervención prolongada en el tiempo". El resto se atienden y se resuelven en la medida de lo posible, algo que no siempre se consigue. En este sentido, destacó que desde el pasado año se incorporó "una metodología diferente" para que todas las personas que se acerquen hasta el Defensor del Ciudadano siempre encuentren, como mínimo, "una respuesta a su queja".

Asimismo, Martín subrayó que uno de los requisitos para presentar una queja es la identificación del ciudadano, "pues hay muchas personas que llaman a la oficina y no quieren decir su nombre". En estos casos, "se les escucha", pero no son atendidos pues no valen las denuncias anónimas. Además, también hay quien recurre a la oficina en "busca de calor humano", personas que simplemente necesitan "que alguien escuche sus problemas", algo que intentan hacer en la medida de lo posible.

Asimismo, recordó que para contactar con el Defensor del Ciudadano se puede acceder a través de la página web, por teléfono o en el Ayuntamiento.