El Cuarto Real de Santo Domingo puede abrir sus puertas para recibir a los primeros visitantes dentro de un año y medio. Precisamente en la época de vacas más flacas de las últimas décadas es cuando han encontrado fondos las obras de restauración del edificio residencial nazarí más antiguo que se conserva en España. En concreto 1,8 millones de euros: 1,2 para la restauración arquitectónica y el resto para el proyecto de musealización posterior, tal y como señalada ayer el delegado de Turismo, Manuel Morales.

Después de 17 años de desencuentros institucionales y de criterios de restauración divergentes que frenaron su rehabilitación, el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía han podido dar luz verde a la intervención.

El proyecto que se acometerá ahora fue aprobado de forma definitiva en 2011 -con anterioridad, en 2004, fue restaurada la Qubba-, y tras haber sido objeto de algunas modificaciones durante el año pasado, es ahora cuando se adjudicará y se acometerá la obra.

La idea, según explicó ayer la edil de Urbanismo, Isabel Nieto, es que la pequeña casa que se ubica a la entrada sirva de taquilla, oficina de información o aseos, y que el edificio adosado a la Qubba mantenga sus dos alturas. De este modo, se descarta la demolición del inmueble del siglo XIX como se había planteado hace años.

La restauración ahora se centrará en este espacio decimonónico anexo a la citada Qubba, que está datada sobre el siglo XIII y comparte valor patrimonial con la Alhambra. La intención es adecuar el resto de la edificación, demoliendo su segunda planta para que este salón característico del arte nazarí tenga todo el protagonismo.

El objetivo es crear un edificio neutro y multiusos, según explicó la edil de Urbanismo, por lo que la fachada del edificio será modificada para que sea totalmente lisa.

A estos trabajos seguirá un proceso de musealización del recinto para definir su contenido y cómo se va a presentar al visitante. Y, por último, Junta y Ayuntamiento pactarán la fórmula de explotación de esta construcción nazarí que se prevé convertir en uno de los principales reclamos turísticos y patrimoniales de la ciudad, aunque todavía es pronto para decidir cuestiones como si se cobrará o no entrada, tal y como precisó ayer la concejal de Turismo, Rocío Díaz.

En una segunda fase se decidirá sobre los restos arqueológicos ubicados en la zona, que son propiedad de Cultura, que es quien deberá determinar qué hacer con ellos, mientras que más adelante se acometerá lo relacionado con el jardín del Cuarto Real de Santo Domingo, que aunque originariamente era nazarí, fue adaptándose a los gustos de la época y el último era de estilo romántico.