Granada

Desarrollan una técnica genética para evitar fraudes en el aceite de oliva

  • La investigación, realizada en la Estación Experimental del Zaidín, puede determinar gracias al ADN el origen del aceite

El grupo de Biología Reproductiva de Plantas de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una técnica con la que es posible detectar fraudes en el aceite de oliva, como puede ser la comercialización de mezclas de aceite o engaños en cuanto a la procedencia del producto.

Juan de Dios Alché, del Departamento de Biología, Biología Celular y Molecular de Plantas de la EEZ e investigador responsable del proyecto, explica que no es del todo infrecuente el hallazgo de fraudes. Aunque no es posible cuantificar en qué medida se producen, el investigador añade que de 20 muestras analizadas puede llegar a detectarse engaño en dos. El principal problema, añade el investigador, es el de la procedencia del aceite. "Algunos países comercializan dos veces lo que producen", asevera. En otros casos, se han detectado aceites de otras fuentes, como avellana, "que no es detectable si no se utilizan técnicas genéticas".

Para ofrecer a los productores, comercializadores y consumidores mayor seguridad, este grupo de científicos ha desarrollado esta técnica de análisis de ADN, que, en palabras de Alché, "es un método parecido al del análisis de paternidad en medicina forense", por cuanto que se extrae una cantidad mínima de ADN, se amplifica y se coteja con la base de datos. Este catálogo tiene inventariadas un centenar de variedades de olivo de España, Portugal y Túnez, y permite dilucidar de dónde procede ese aceite, aunque el banco de datos no recoge todas las posibilidades. Según un catálogo elaborado en la década de los 80, sólo en España existen unas 250 variedades con cierta representación, mientas que a nivel mundial podrían existir hasta 2.000 variedades de olivo.

"La nueva técnica que hemos desarrollado es similar a la utilizada a partir de muestras recolectadas del árbol como son las hojas, pero en este caso aplicada a muestras de aceite. En este último caso, la aplicación de esta técnica detecta las posibles operaciones fraudulentas utilizando la mezcla con aceites de otras especies u orígenes varietales, lo que también aporta generalmente información sobre el origen geográfico del aceite" explica el investigador.

Además de servir para destapar fraudes, estos análisis son una "herramienta adecuada" para que los productores certifiquen que realmente comercializan lo que dice la etiqueta. Puede parecer algo obvio, que el etiquetado diga lo que contiene el envase, pero aún está reciente el revuelo generado por la aparición de restos de ADN de caballo en productos etiquetados como vacuno. En este sentido, Alché afirma que ya han recibido propuestas de firmas estadounidenses, "donde la normativa no es tan estricta como en Europa y sí están detectando casos de fraude". "Contamos con toda la infraestructura y experiencia necesaria para llevar a cabo la caracterización de las muestras de aceite que nos sean suministradas para analizarlas", concluye.

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