El Ayuntamiento de Granada cerrará hoy el proceso de contratación que determinará qué empresa desarrolla el proyecto del tren a la Alhambra, anunciado el pasado mes de marzo. El martes terminó el plazo para hacer el informe técnico por parte de la Consejería de Movilidad que valora la oferta técnica y hoy se abrirá y se valorará la oferta económica. Con los puntos obtenidos en las tres propuestas presentadas (la administrativa, la técnica y la económica) el Ayuntamiento decidirá quién se queda con el proyecto turístico

Ayer, la concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz recordó que hoy se reúne la mesa para abrir el sobre económico. "Se ha hecho la primera parte, que consiste en la valoración técnica y el jueves [por hoy] se convoca la mesa de contratación que analiza esa valoración y abre el sobre económico y decide. A partir de ahí es sumar puntos", manifestó la concejal de Movilidad.

En esa mesa de contratación se valorarán tres empresas de las cuatro que se presentaron para explotar el servicio. Una de ellas, Trenes y autobuses turísticos Alhambra (la única 100% granadina) ha sido invalidada, puesto que había un error en su documentación, según explicó la concejal de Movilidad. "Han metido documentación económica dentro de la parte técnica y la ley dice que no puede hacerse y que por tanto se invalida la propuesta entera", apuntó la concejal.

Entre las cuatro empresas que se presentaron al proyecto están autocares Juliá (que concurría junto a El Tren Progresa); Classic Bus, en una UTE con RJ Autocares y Transportes Gil-San, y la tercera opción es la que propone Rober junto a la empresa que gestiona el autobús turístico Cyty Sightseeing. La cuarta, Trenes y Autobuses Turísticos Alhambra.

La apertura de este concurso fue fruto del acuerdo alcanzado entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada para sacar adelante la iniciativa, con la que se pretende mejorar la accesibilidad al monumento y darle al turista la posibilidad de disfrutar del resto del patrimonio que ofrece Granada, de su gastronomía y su cultura.

La intención del Ayuntamiento es que sea un vehículo con un diseño de última generación, preferiblemente eléctrico y que no haga ruido, aunque el pliego de condiciones es bastante flexible en este sentido y serán las empresas las que decidan las características del transporte, su frecuencia, su itinerario y su precio.