Podía haber sido mejor. Podía haber incluido más días de asuntos propios, índices correctivos para las nocturnidades y los festivos, pero el convenio colectivo que el Ayuntamiento y los sindicatos han pactado es el mejor de los posibles. Al menos consigue ahuyentar los ecos de los ERE y garantiza la estabilidad laboral de los 2.207 trabajadores municipales de aquí a los próximos tres años, hasta finales de 2015.

El acuerdo llega después de seis meses de fragosas negociaciones en las que el Ayuntamiento ha tenido que introducir todos los cambios normativos propuestos por el Gobierno central. Precisamente estos cambios generaron el pasado invierno un duro enfrentamiento entre el Ayuntamiento y la Policía Local a cuenta de la aplicación de las horas extra. Ayer, los ánimos se serenaron en aras a instalar la 'paz social' en el Ayuntamiento. "Se podían haber conseguido cosas mejores, pero es el mejor convenio posible", reconoció el propio alcalde, en una concurrida rueda de prensa a la que asistieron todos los representantes sindicales del Ayuntamiento.

A medida que fueron tomando la palabra, todos coincidieron en subrayar la estabilidad laboral del personal que presta los servicios municipales (trabajadores de oficinas, policías locales o bomberos) por encima de las contrariedades que acarrea el nuevo convenio colectivo... que las hay. Entre ellas el cambio en los días de asuntos propios, que pasan de 12 a 3. Eso sí, se incluyen mejoras relativas a las posibilidades de conciliar la vida personal y laboral o la igualdad entre colectivos profesionales.

En representación de la Policía Local hablaron Antonio Jiménez (del SIPLG) y Sebastián Aguado, (del SIP-AN). Ambos coincidieron en calificar de "buen convenio", el documento firmado, "sobre todo teniendo en cuenta la época en la que estamos". "A la Policía Local se nos asegura el poder adquisitivo, que corría bastante peligro, pero se nos quedan reivindicaciones por cumplir que seguiremos negociando en la próxima RPT", manifestó Antonio Jiménez.

Algo más crítico se mostró el secretario general de UGT en el Ayuntamiento, Francisco Segovia, quien abogó por mantener las vías de negociación para mejorar el convenio actual en el que han llegado hasta donde "han podido".

A CSI.F (por boca de su secretaria, Antonia Martín) le parece que el convenio consigue la estabilidad laboral, la igualdad entre colectivos y la mejora de la conciliación, pero advierte que hay que seguir trabajando para desarrollar todos estos reglamentos.

Una vez firmado el documento, el concejal de Personal, Juan Antonio Fuentes, reconoció que todas las partes implicadas han cedido en sus pretensiones en aras a sacar adelante este convenio, que además permitirá ofrecer un "servicio de calidad" a los ciudadanos. "Es el pistoletazo de salida de todos los acuerdos que hemos plasmado en el convenio para seguir trabajando hasta 2015", dijo, y añadió en alusión a los sindicatos: "Gracias por haberme aguantado en muchas ocasiones".

El debate siguió en el pleno municipal, donde el convenio llegó en forma de punto de urgencia. Una vez en el salón plenario, los grupos de la oposición optaron por abstenerse en la votación advirtiendo que estarán muy pendientes de que el Ayuntamiento cumpla esa promesa de estabilidad laboral.

Hubo otras consideraciones, como la de la portavoz de UpyD, Mayte Olalla, quien habló de amenazas soterradas a los funcionarios para firmar el convenio, punto que desmintió el concejal de Personal después de 6 meses de negociación.

El visto bueno de los sindicatos al acuerdo hizo que ningún partido votara en contra del punto, aunque sí le vieron varios flecos al convenio. "El ámbito de negociación del Ayuntamiento ha estado tan limitado que casi podríamos decir que ha sido el ministro Montoro quien ha decidido el convenio de Granada", opinó el portavoz de IU, Paco Puentedura.