Gaspar Llamazares, diputado, ex coordinador de IU y nueva estrella mediática de los debates políticos de televisión -con permiso de Miguel Ángel Revilla- ofreció ayer una conferencia organizada por el Ateneo de Granada en la que habló de una crisis que estalló coincidiendo con su salida de la dirección del partido. Y reconoce que llegó a tener una imagen de "triste" durante los años de bonanza económica, cuando ejerció de 'Pepito Grillo' de Zapatero en el Congreso.

¿La desafección ciudadana con la política tiene que ver sobre todo con los que ejercen la función pública?

-Es una paradoja aparente. Hay un debate político y una preocupación entre los ciudadanos porque se vive esa contradicción, ver que la política se subordina a los mercados pero, al mismo tiempo, tener la certeza de que la solución o viene de la política o no va a llegar de ningún otro lado. Hablo del mejor sentido de la política, de la respuesta de los seres humanos como grupo, no como horda. En buena parte, lo que se pone en evidencia es que el bipartidismo está agotado desde hace tiempo como un modelo para representar la pluralidad del país. Eso lo perciben los ciudadanos y de ahí la exigencia de otro modelo de representación, algo que late en las movilizaciones y en el 15-M.

-En este sentido hay frases que se repiten entre los dirigentes del PP como "no tienen la legitimidad de las urnas y no los ha votado nadie".

-La democracia no es un cheque en blanco de los ciudadanos a sus representantes. Tan fundamental es el sistema político representativo como los derechos fundamentales de los ciudadanos, el derecho de reunión, de manifestación, la libertad de expresión... Me da la sensación de que durante una época hemos vivido en una democracia amputada. Estamos viviendo una contrarrevolución, los coletazos de este sistema nos van a hacer mucho daño.

-Durante su etapa como coordinador de IU se produjo la burbuja inmobiliaria con su espejismo de riqueza y prosperidad. ¿Cómo fueron esos años ejerciendo de Pepito Grillo y predicando en el desierto?

-Sí, todo el mundo daba buenas noticias menos nosotros, parecíamos Nostradamus. En aquellos tiempos vivimos una situación complicada, pero incluso en momentos tan malos, con un sistema electoral equilibrado hubiéramos influido más en la política. Fue un tiempo muy malo, también a nivel interno, porque parecía que estábamos condenados a ser una minoría.

-¿Cómo vive ahora su 'boom mediático' con su presencia continua en las tertulias de 'La Sexta', 'Telecinco' y 'Cuatro'? ¿Se está rompiendo el tópico de que los grandes medios de comunicación ningunean a IU?

-Es verdad que, paradójicamente, hay más presencia en los medios de la que había, pero la pérdida de presencia en la televisión pública es clamorosa, nos aplican con manu militare el porcentaje de diputados. La crisis económica ha traído nuestra presencia en los medios privados, que antes era inédita. Y viviremos un momento aún mejor porque con las expectativas de crecimiento electoral habrá más presencia. Pero, desgraciadamente, nuestro bipartidismo no es sólo electoral, también es mediático, institucional e incluso moral.

-Una consejera de IU de la Junta de Andalucía fue muy criticada porque confesó que, de no ser cargo público, estaría participando en los 'escraches' contra los políticos. ¿Está usted en esa onda?

-Creo que la principal violencia que estamos viviendo en este país es la crisis, el desempleo, los desahucios... El resto son respuestas y, si uno lee los medios internacionales, lo que más les asombra es el pacifismo de la sociedad española. En España no se ha dado una voz más alta que otra aunque hay una rebeldía ciudadana importante. El PP está administrando el miedo, la criminalización de la protesta... Eso no es decente, es criminalizar a los ciudadanos, igual que en el franquismo.

-¿Vincular a ETA movimientos ciudadanos como Stop Desahucios es apelar a una de los últimos reductos de legitimidad de los grandes partidos?

-En primer lugar es una calumnia a la mayoría silenciosa, porque la mayoría de la población está de acuerdo con los escraches. Apelar a ese último reducto de victimismo es poner de su parte el sacrificio que, en el caso del terrorismo, nadie les ha hurtado.

-El debate interno de los partidos suele ser una perífrasis de 'luchas intestinas'. ¿Qué situación vive Izquierda Abierta dentro de IU?

-Puede parecer un eufemismo pero no entramos en Izquierda Unida para competir, venimos a recuperar algo muy querido por la izquierda como la cooperación, nuestra intención es colaborar con el PCE y el resto de formaciones políticas de IU. Queremos favorecer el pluralismo interno en IU y recomponer la distancia que hay entre la sociedad política y la civil. Queremos que esto de lugar a una nueva formación política que, se llame como se llame, recupere la pluralidad y la amabilidad. Si algo ha lastrado a la izquierda, al menos la que yo conozco, es la batalla intestina que sólo se explica en sí misma.

-En una entrevista colgada en su web define a Cayo Lara como "campechano", con las connotaciones juancarlistas que esto tiene...

-No es mi terminología, no sé si es el término. Es una persona cercana que traduce a la gente conceptos políticos que han terminado convirtiéndose en algo endogámico de los políticos.

-Cayo Lara repite el 'váyase señor Rajoy' en cuanto salen los datos del paro, aparece una nueva noticia sobre Bárcenas o se anuncian recortes. ¿Es la consigna del partido?

-Es la consigna desde el Debate sobre el Estado de la Nación, desde que el presidente del Gobierno asume de manera fatalista el desempleo y la recesión y no plantea alternativas. Tenemos un gobierno que ha renunciado a su programa, ha aceptado, aunque no lo diga públicamente, la intervención de nuestra economía y asume un camino de sumisión. Merkel considera España un protectorado con una relación servil, como en la Edad Media,

-Existía el tópico de que el PP sabe gestionar el dinero, el PSOE lidera las políticas sociales y, luego, IU tiene grandes ideas pero no está preparado para gobernar. En este sentido, ¿qué balance hace del primer año de gobierno de coalición en Andalucía con el PSOE?

-Se ha demostrado la utilidad de nuestras propuestas, muchas de las medidas aprobadas tienen el marchamo de IU. No es de extrañar que, en las últimas encuestas, cuando se pregunta qué partido es el más preocupado por el desempleo y la sanidad, aparece Izquierda Unida en primer lugar.