El olor a pintura llega a las calles de la ciudad. El plan de verano de mantenimiento de la señalización de tráfico se ha puesto manos a la obra para reponer 7.835 señales y pintar más de 80 pasos de peatones. Una actuación que cuenta con un presupuesto de 400.000 euros y que servirá para mejorar la seguridad vial de la capital granadina.

Entre las principales causas de deterioro de las señales de tráfico se encuentran los actos vandálicos, unos hechos que han causado daños en el 50% de los elementos de la ciudad. Los accidentes de vehículos contra la señalítica (20%) o las señales obsoletas (10%) son otros de los casos que han provocado la renovación.

Aunque durante los meses anteriores el trabajo ha estado presente, el verano se convierte en la época ideal en la que trabajar a fondo en la seguridad vial. Una menor afección en el tráfico es una de las principales razones por las que las tareas se pueden desarrollar de una manera más rápida y segura.

La ciudad cuenta con un inventario de 23.591 señales verticales que van desde elementos de balizamiento, de protección, limitadores de velocidad, señales de orientación o señales de tráfico.

Sin embargo, cada año se revisa un 33% del total (7.835 elementos), una acción que conlleva que en tres años la ciudad pueda realizar trabajos de mantenimiento en todos los elementos de seguridad vial.

Los botes de pintura también son los protagonistas de este plan. 105.000 metros de líneas, 11.500 metros cuadrados de pasos de peatones y 6.000 metros cuadrados en simbología, cebreados y bloqueos son los datos que dejan ver la nueva imagen de las calles de la capital.

Durante el mes de agosto toca repintar los pasos de cebra de más de 80 pasos que se encuentran desgastados.

Además, Granada cuenta con numerosas entradas a la ciudad, unas zonas en las que se realizará un plan especial de repintado de la señalización debido al alto volumen de vehículos que transitan diariamente. Así, Méndez Núñez, Neptuno o la Avenida de Dílar volverán a vestir de blanco la señalización.

Las bicicletas también podrán circular correctamente por sus carriles después de las labores de desbroce y limpieza de la vegetación. Mientras, horquillas, separadores de carril o vallas también pasarán el 'examen médico'.

En estas labores también entra el mantenimiento del carril bus de la capital. La Avenida de la Constitución, la calle Ancha de Capuchino y Poeta Manuel de Góngora volverán a tener las líneas y símbolos al día.

Por último el mes de septiembre será el encargado de poner en orden los elementos reductores de la velocidad. Reposición de bandas de goma y limpieza de imbornales laterales de las plataformas elevadas serán unas de las principales tareas que se lleven a cabo antes del otoño.

Líneas amarillas, azules y blancas están pintando todas las calles de la ciudad mientras que los carriles vuelven a estar definidos y los vehículos podrán saber por donde circulan.

Todo un plan renove que se une también al mantenimiento de los semáforos de la ciudad y que harán que las calles y avenidas de Granada se llenen de elementos que ayuden a potenciar la seguridad vial.