Granada

La vuelta a lo ecológico

La Vega de Granada vuelve a llenarse de productos ecológicos, un género que antaño ya estaba presente en los huertos de la provincia. Frutas y verduras naturales que son criadas sin pesticidas, aditivos o productos químicos.

La provincia está viendo como poco a poco los productores vuelven a apostar por los productos ecológicos, un hecho que está haciendo que aparezcan numerosas asociaciones, tiendas, mercados o grupos de consumidores que apuestan por estos productos que son más saludables para todos.

Y la Vega granadina es un enclave privilegiado y una zona de cultivo tradicional, según contó Jesús Peña, miembro de la Asociación de Productores Ecológicos de la Provincia de Granada, un lugar idóneo para cultivar todo tipo de frutas y verduras al igual que la Costa Tropical se convierte en el entorno ideal para cultivos subtropicales como la chirimoya o el aguacate y la zona norte o el Valle de Lecrín para los pepinos, tomates o calabacines. Una huerta que es posible gracias a la variedad climática que hay en la provincia.

Según Jesús Peña, este tipo de agricultura a pesar de tener una menor producción (debido a que los productos crecen de manera natural), es suficiente para abastecer a los consumidores durante todo un año.

El clima de Granada es uno de los factores clave debido a que mientras que en verano es el interior el que recibe los tomates o los pepinos, el invierno de la Costa es el propicio para acoger a estas verduras y hacerlas crecer.

Los productos ecológicos corresponde a una forma de cultivo de hace años, un proceso tradicional. Los abonos naturales como el estiércol desinfectado, insecticidas elaborados con platas aromáticas o la falta de uso de productos químicos son los pilares fundamentales para el crecimiento de los cultivos.

Para Susana Hontiveros, dueña de la tienda Eco- Bio-Karbieri de Otura, los beneficios son múltiples. "A nivel de salud la diferencia es terrible. Hay muchas enfermedades que tratándolas con cereales integrales, verduras y frutas ecológicas la recuperación es prácticamente inmediata. Incluso en cáncer se recomienda comer mucha comida cruda y ecológica", apuntó Hontiveros. Sin embargo, la producción de cultivos ecológicos no sólo es saludable para los consumidores sino que el medio ambiente también se beneficia. Las producciones convencionales de hoy en día dañan la tierra debido a los productos químicos utilizados y el coste para descontaminar la tierra supone una gran inversión para los productores.

La forma de producción también varía. La diversidad de cultivos es la base de los agricultores que han apostado por los productos ecológicos, un proceso que viene acompañado de una rotación de los productos sembrados. Un proceso que es totalmente opuesto a la producción masiva de un sólo tipo de cultivo.

Por su parte, las frutas y las verduras no están solas dentro del abanico de productos ecológicos. Leche, vino, zumos, pasta, pan, carne (como el cordero lojeño) o dulces; la variedad de productos realizados sin ningún producto químico y de manera natural llenan cada vez más los estantes de las tiendas.

Francisco Calvo es una de las personas que han abierto una tienda ecológica en Granada, EcoGranada, un lugar en el que la apuesta por los productos naturales está presente. Sin embargo, muchas personas han reducido su inversión por este tipo de productos y prefieren optar por comprar pequeñas cantidades.

Otra de las variables presentes dentro del mundo ecológico es la fórmula de que cuanto más saludable más caro, un razonamiento que no es totalmente cierto. Germán del Arco, miembro de la Asociación El Encinar, explicó que lo fundamental para acabar con esta leyenda es reducir el número de intermediarios para poder abaratar el producto.

Peña es de esta misma opinión, por ello, para la asociación de productores lo principal es tener un canal de venta corto que llegue directamente a los clientes. "Lo importante es hacer llegar al consumidor sus productos a un precio accesible pero que el productor también se beneficie, es decir, que el precio sea justo por los dos lados", afirmó Peña.

La realidad actual es que Andalucía representa el 52,75% de la superficie ecológica del país, una producción que sin embargo es exportada a otros países de Europa (España manda el 75% de su producción ecológica a toda la Unión Europea), según Del Arco.

Peña explicó que hace 15 años, cuando España era un país que no sufría crisis, el campo se fue quedando vacío progresivamente y los agricultores buscaban otro tipo de empleo. Sin embargo, la situación de recesión económica actual ha hecho que la agricultura se convierta en un trabajo al que se vuelve "por necesidad". A pesar de este regreso, hay una diferencia que marca un antes y un después ya que los agricultores que vuelven prefieren dedicarse al cultivo ecológico. Las personas mayores que se dedican al campo son las que han visto este cambio de una manera más clara. Antonio Hurtado, de 73 años, o Miguel Vílchez, de 63, son dos de los agricultores que han cambiado el modelo de producción por una forma de cultivo ecológica. "Son unas personas mayores que tienen una conciencia tradicional y han visto los beneficios de los productos ecológicos", afirmó Peña.

A pesar de que otras provincias como Barcelona están más concienciadas con el consumo de productos ecológicos, en Granada cada vez se ven más ejemplos que apuestan por esta forma de consumo saludable. Un ejemplo es el Ecomercado, una iniciativa que se desarrolla el primer sábado de cada mes en el Palacio de Congresos y en la que 11 asociaciones llegan a los consumidores de una forma cercana y directa.

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