El hotel El Lodge de Sierra Nevada era hasta ayer un paraíso entre la nieve y conformaba la oferta turística más lujosa de la estación de esquí puesto que su grupo hotelero lo había orientado a una clientela de poder adquisitivo alto. No era de extrañar que entre sus huéspedes estuvieran famosos, empresarios y tradicionalmente hasta el Rey, que tenía en el hotel su cuartel general en Sierra Nevada desde que se inauguró.

Su historia nació en 1995 cuando se inauguró el nuevo hotel con motivo de los campeonatos del mundo de Sierra Nevada. Fue el esquiador y empresario Miguel Arias - que era director de la estación de Baqueira Beret y después creador de distintos negocios relacionados con el turismo de nieve- quien lo puso en marcha. Desde entonces no ha dejado de funcionar pasando por distintas manos hasta que en 2012 el grupo Marbella Club (del lujoso hotel marbellí) adquirió el establecimiento, en el que hizo una gran inversión ya que aspiraba a conseguir la catalogación de 5 estrellas gran lujo. De hecho, está dentro de la red de pequeños hoteles de lujo del mundo.

Su estética es muy particular ya que está cubierto con madera finlandesa y es el único edificio de estas caracteríticas en la estación. Además, por su ubicación permite acceder desde el propio hotel a las pistas Maribel y Águila y su terraza es de las más solicitadas por los esquiadores.

Al entrar todo era lujo y detalles que convertían al establecimiento en un paraíso invernal de estilo alpino. La apuesta por el diseño y calidad era tal que su reciente remodelación se encargó al prestigioso estudio británico de Andrew Martin, que se encargó de todo el interiorismo del establecimiento. Un estudio famoso por realizar los sets de rodaje de las películas de James Bond durante los años 80.

Tiene pocas habitaciones, 18 con varias suites, pero no falta un detalle. Hasta se puede alquilar las plantas enteras por familias o grupos de amigos. Entre sus servicios, un SPA con dos piscinas y sauna; un gimnasio con máquinas de todo tipo; solarium; bañera finlandesa y hasta una piscina al aire libre, la única de Sierra Nevada y que permitía disfrutar de un baño en agua caliente con la nieve alrededor en pleno invierno. La oferta gastronómica es también de calidad y contaba con varios restaurantes, la terraza a modo de chiringuito al aire libre con cocina fusión y barbacoa, un bar con oferta de cócteles y The Lounge, uno de los espacios más personales del establecimiento para el descanso de los clientes.

Las habitación más pequeña tiene unas dimensiones de 20 metros cuadrados y la suite más grande alcanza los 80 metros cuadrados. Su precio, desde los casi 500 euros hasta varios miles. De hecho, se podía reservar al completo para eventos a partir de los 12.000 euros. Unos precios que no han evitado que, según informan algunos medios digitales, no tuviera ya disponibilidad para 2014.

Una actividad que la empresa espera recuperar tras el fuego que destrozó ayer sus instalaciones.