El empeño del Ayuntamiento por colocar el centro de servicios sociales del Albaicín en el Centro del Gallo le va a costar caro a la ciudad. Literalmente. Además de las incomodidades que han sufrido los usuarios durante estos últimos tres años y las continuas amenazas de sanción por parte de la Junta, la mudanza a las escuelas del Ave María no promete estar exenta de polémica.

Según explicó ayer la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto (en una respuesta a una pregunta por escrito que formuló el PSOE en el pleno) el traslado de los servicios sociales desde el Centro del Gallo a las escuelas del Ave María y la adecuación de este nuevo espacio tendrá un coste para las arcas municipales de 39.686 euros. Esta cuantía se suma al otro gasto fijo que trae pareja la mudanza: el alquiler de los 200 metros en los que se ubicarán los servicios sociales y que asciende a 3.000 euros al mes.

La idea del concejal de Bienestar Social es que los servicios sociales sean trasladados hasta las escuelas del Ave María, en la Carretera de Murcia, durante la próxima primavera.

El edificio, antiguo inmueble de Magisterio, sufrirá una serie de obras de adecuación en salas y baños que se llevarán a cabo en los próximos meses. Desde el Ayuntamiento creen que se trata de un centro municipal amplio y bien situado en el corazón de los cuatro barrios que conforman el distrito.

Sin embargo, la asociación de vecinos del Bajo Albaicín no termina de entender la costosa solución planteada. Creen que este nuevo traslado es un paso atrás puesto que la Carretera de Murcia queda muy lejos de espacios como la calle Elvira, por lo que siguen reivindicando que los servicios sociales vuelvan a la plaza Aliatar, donde estuvieron desde el principio y, de donde creen, nunca se debieron ir.

Poco después de conocer la noticia, la presidenta de la asociación de vecinos del Bajo Albaicín, Lola Boloix, se preguntaba cómo es posible que teniendo un edificio municipal como el centro Aliatar, el Ayuntamiento opte por gastarse esta cuantía por estar en la Carretera de Murcia. Una versión no compartida desde el Ayuntamiento que creen que este es el mejor espacio posible después de los numerosos conflictos generados en el Centro del Gallo.