Se inauguró con gran entusiasmo y con la pretensión de realizar sobre su empedrado algún tipo de evento cultural. Sin embargo, dos años después, ningún poeta ha ido allí a leer sus rimas, ningún músico ha ofrecido sus acordes ni nada que se le parezca. Hasta el entorno de la Puerta de Elvira, que fue reformado hace apenas dos años con una importante inversión de la Junta de Andalucía, tan solo llegan decenas de extranjeros despistados que son atendidos a duras penas por los comerciantes de la zona.

Así, no son pocos los vecinos y comerciantes que echan en falta un punto de información en el barrio, o al menos documentación útil para orientara los viajeros que se sume a una oferta cultural que atraiga a los turistas. "Yo llevo dos años aquí con la librería y la verdad, nunca he visto movimiento. No se ha ofrecido ningún concierto ni recital ni nada. Como mucho, han limpiado el rastrojo", explica en este sentido Carmen García, vecina del Bajo Albaicín y propietaria de la librería Sostiene Pereira que queda justo al lado. Además, García afirma que sería muy bueno para los comerciantes contar con planos o algún documento útil, como han tenido otras veces, para orientar a los turistas o, incluso, poner una oficina de información en la zona. Esta petición viene después de comprobar la gran cantidad de personas que se acercan hasta los establecimientos cercanos para demandar información. "Nosotros estamos aquí de informadores porque todo el tiempo nos están preguntando y unas veces tiene uno más tiempo para contestar y otras menos", destaca García que explica que los turistas, sobre todo, preguntan por la ubicación Palacio de Dar-al-Horra.

La Delegación de Cultura anunció en marzo de 2012 su intención de llevar a cabo las obras de adecentamiento del entorno del Arco de Elvira. Una rehabilitación que contó con un presupuesto de 220.000 euros en su fase inicial, y otros 170.008 euros en unas segundas obras, todo a cargo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Sin embargo, cuando se cumplen dos años de la reforma, que dejó en un estado impecable tanto la muralla como la Puerta de Elvira, así como el espacio libre existente, ésta permanece cerrada a cal y canto.

Por otra parte, y referido a otro tema, García remarca la necesidad de señalizar con mayor acierto el tráfico de la zona, que crea numerosas confusiones. El problema, sobre todo, radica en la calle Horno de la Merced, vía peatonal por la que muchos conductores despistados entran. Esto provoca que tengan que echar marcha atrás, por lo que se pide que se ponga una señal más evidente, que todos los extranjeros entiendan. "Se han llevado la esquina muchas veces", recuerda