Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) ofrecen datos que, a priori, podrían resultar contradictorios. El primer trimestre del año 2014 ha supuesto para el mercado laboral un ligero respiro en cuanto a la tasa de paro (del 35,6%) y ha rebajado el número total de parados en 2.000 personas respecto al último trimestre de 2013 (hasta los actuales 156.100 desempleados, un 1,3% menos), pero a su vez ha propiciado un descenso de la ocupación, del número de trabajadores en activo, de 1.300 personas (hasta los 281.900). Es decir, que en comparación con el cierre del año 2013 hay menos parados, pero también menos gente trabajando. ¿Cómo se explica eso? Pues con la población activa, con el número de granadinos que están en edad y disposición de trabajar. En el último trimestre, la población activa ha perdido 3.300 miembros, hasta situarse -con el cambio estadístico aplicado por el Instituto Nacional de Estadística-, en 438.000 personas. Hay menos gente dispuesta a trabajar, bien porque se ha dado por vencida en un mercado de trabajo que no le da ninguna oportunidad, bien porque ha decidido marcharse en busca de un clima laboral más propicio.

Sí es bastante más positiva, sin embargo, la comparación con el primer trimestre del año pasado. En un año Granada ha logrado ganar 2.600 ocupados (por aquel entonces eran 279.300) y ha reducido la cifra de parados un 5,5%, más de 9.100 personas, puesto que el año 2013 arrancó con 165.200 desempleados. Esta es la reducción interanual del número de parados más elevada desde al cuarto trimestre de 2006, cuando logró bajar un 16,5%. Claro que el recorte de la población activa ha sido todavía mayor, ya que se ha 'expulsado' del mercado laboral a 6.600 personas (el número total de activos, según la nueva metodología del INE, era por aquel entonces de 444.600 granadinos).

En cualquier caso, hay un dato, quizá el más representativo, notoriamente negativo y que no da lugar a interpretaciones menos severas. La tasa de paro de Granada (que se ha reducido en 0,18 puntos desde el cuarto trimestre de 2013 y en más de un punto y medio desde hace justo un año) es la tercera más alta de toda España. Sólo Málaga, con una tasa de paro del 36,5%, y Cádiz, con un 42,2% de sus activos en situación de desempleo, superan a Granada en la deprimente estadística de las provincias más azotadas por la crisis.

De todos modos, es cierto que alguna mejora, aunque sea ligera y a consecuencia del cambio estadístico del INE -ahora se toma como referencia para la población activa el Censo de Población y Vivienda de 2011 y no el de 2001-, sí que se aprecia. La tasa de paro que arroja el mercado laboral granadino en este primer trimestre de 2014 es la más baja de los últimos dos años, ya que hay que retroceder hasta el primer trimestre de 2012 para encontrar una tasa inferior al 35,6% actual. Algo parecido pasa con el número de parados, que obliga a retroceder hasta el primer trimestre de 2012 para encontrar una cifra más baja a los 156.100 desempleados de la actualidad. En la ocupación, sin embargo, ese balance no es tan positivo, ya que en el cuarto trimestre de 2013 el dato fue bastante superior.

La mayor caída de la ocupación se ha producido en el sector servicios, que ha perdido sólo en el último trimestre 9.300 trabajadores, reduciendo la cifra total un 4,2%, hasta los 213.100 ocupados. Esta caída ha sido suficiente para trastocar el comportamiento del resto de los sectores, donde la ocupación sí que ha crecido respecto al último trimestre del año pasado. La agricultura cuenta ahora con 34.500 ocupados, un 18,5%; la industria ha recuperado 1.300 ocupados, hasta los 23.100; y la construcción ha dado empleo a 1.200 nuevos trabajadores, hasta los 11.200. En términos interanuales, sin embargo, sólo se salva la agricultura, con un crecimiento del 35,3%.